Málaga

El ambiente goyesco invade el parque

  • Cerca de un centenar de expositores de productos artesanales forman un mercado inspirado en el siglo XIX hasta el domingo

El centro de la ciudad se encuentra desde el martes anclado en pleno siglo XIX. El reloj rozaba ayer las 14:00 cuando los disparos de los cañones resonaron con fuerza. En ese momento, un batallón de las tropas francesas armado con rifles, y capitaneado por el propio Napoleón Bonaparte y su mujer Josefina, quién no escatimó en guiños hacia los presentes, tomó el Paseo del Parque y la Plaza de la Marina al grito de: "Venimos a invadir Málaga". Se trataba de una de las representaciones que pone el toque histórico y humorístico al primer mercado goyesco, que se celebra en la capital hasta el próximo domingo, y que nace con vocación de continuidad.

Al ritmo de las notas de las gaitas y las mandolinas de los músicos, y rodeados de una decoración propia de principios del siglo, los viandantes se acercan durante estos días a rememorar aquella época, marcada por la invasión napoleónica. "Tratamos de llevar al público al pasado", explica Alex Escobar, miembro de Fusión Medieval, la empresa encargada de la organización del mercado. "La afluencia de público poco a poco va en aumento, sobre todo porque ésta es una plaza muy concurrida y la gente al vernos se aproxima", declaró Escobar, quién informó de que aproximadamente el 80% de los clientes eran turistas. En total, el mercado cuenta con cerca de un centenar de expositores con productos artesanales de todo tipo, desde jabones y velas aromáticas a juguetes y bisutería personalizada, además de talleres de escultura, mimbre y cuero. El elemento gastronómico, esencial en este tipo de eventos viene de la mano de la sidrería, pulpería, brasería, panadería, los embutidos o la bollería y los caramelos artesanales.

Todos los vendedores están ataviados con vestimenta de la época. María Pulido es la encargada de un puesto de ajuar para bebés hecho artesanalmente a base de ganchillo y lana. "Estoy muy contenta con la organización del mercado. Hay bastante público, aunque se nota la crisis, porque la gente se interesa por las cosas pero le cuesta comprar", declaró.

La cerámica es uno de los productos que más abunda en este tipo de mercados. Jesús Romero es el encargado de un expositor de alfarería y realiza in situ sus piezas. Asegura que adquirió su destreza con el barro y el torno hace unos veinte años, y que aprendió a fuerza de practicar en su casa. "La técnica no es lo difícil, lo complicado es la constancia para saber hacerlo", comentó Romero, quien consideró una "idea estupenda" esta iniciativa. Por otro lado, hay quien opina, que este mercado goyesco es una buena oportunidad para los empresarios ya que les permite promocionarse de un modo original. Así, Juan Fernández explicó que le "piden muchas tarjetas", lo que en el futuro puede convertirse en algún encargo. Fernández es tallista y restaurador y realiza todo tipo de piezas de madera, desde una mesa hasta un trono de Semana Santa o un escudo heráldico. "Mis manos y la gubia son mis únicas herramientas", aseguró.

La idea de que lo artesanal está poco valorado es compartida por la mayoría de los profesionales desplegados por el Paseo del Parque. "Se trata de productos novedosos e irrepetibles y no se pueden comparar con otros", expresó Juan Pablo Bernascolni, que fabrica y vende marionetas de tela y gomaespuma, una tradición familiar según cuenta a este periódico. "Son juguetes didácticos, pero también sirven para divertirse", comentó este artesano.

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