La amnistía puso a Málaga en el mapa del dinero negro

La amnistía fiscal que acordó el Gobierno en el año 2012 bajo el argumento de mejorar los ingresos públicos aflorando capitales negros sacó a la luz en la provincia de Málaga 224 millones de euros. Para comprender el impacto de esta cifra solo hay que tener en cuenta que los presupuestos municipales de aquel año limitaron las inversiones en la capital a 98 millones.

La medida afectaba al IRPF, el impuesto sobre sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes. Los interesados tenían la posibilidad de hacer una declaración tributaria especial para regularizar rentas ocultas pagando una cuota de solo el 10% . El informe de la Agencia Tributaria correspondiente al ejercicio de 2012 recoge que en Málaga se recaudaron por este concepto 22,4 millones de euros. Es decir, los capitales opacos aflorados fueron de 224 millones. Esta es la cifra más elevada de Andalucía y figura a la cabeza de España. El capital que salió a la luz por ejemplo en Sevilla fue de 191 millones que supusieron un ingreso tributario especial de 19 millones de euros.

Los datos de la Agencia Tributaria colocan a Madrid y Barcelona en las primeras posiciones del ranking de las rentas opacas declaradas durante la amnistía. En la capital se declararon 4.630 millones de euros y en Barcelona 2.627. Detrás aparecen Alicante 633 millones, Valencia (500) y Baleares (360). La sexta posición es para la capital malagueña, seguida de cerca por Girona (221 millones).

Esta distribución indica, en primer lugar, que este es un fenómeno general en España. No hay una sola provincia en la que no surgiera dinero negro. En segundo lugar, y dando por bueno que los capitales declarados son un reflejo proporcional de lo que se esconde detrás de la cortina, pone de relieve que Madrid, Barcelona y la costa mediterránea son los enclaves donde se amasan estas fortunas que se hurtan al conocimiento de la hacienda pública.

El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) siempre se opuso a la amnistía fiscal. En su lugar defiende mejores recursos para luchar contra la economía sumergida y los capitales opacos. En este sentido, su delegado en Málaga, Manuel García, subraya que el mismo año que se acordaba esa regularización especial también se decidió cubrir solo el 10% de las vacantes por jubilación en la Agencia Tributaria, limitación que se ha mantenido hasta este año que se ha abierto el puño hasta el 50%. La plantilla se ha estancado en 26.500 personas mientras que la edad media ha subido hasta los 50 años. El delegado de Gestha admite que los recursos informáticos han permitido enjugar la falta de efectivos, pero los efectos, en cualquier caso están sobre la mesa. El importe de las actas de liquidación (capitales descubiertos por los inspectores de Hacienda en toda España) ha caído en 2014 en 650 millones de euros frente a 2013.

En este sentido, las sanciones tributarias han registrado pocos cambios. El año se pusieron en Málaga multas por importe de 7,7 millones de euros, cifra ligeramente superior a la de 2013 (8 millones), pero inferior a la de 2007 (8,7 millones de euros). En cambio, los recargos de apremio, derivados de los retrasos en los pagos a Hacienda, han permitido ingresar en la provincia 26,6 millones de euros. Este concepto refleja con mucha nitidez la falta de liquidez sufrida por las empresas. A esta cifra se deben sumar otros 12 millones de euros en concepto de intereses de demora. En conjunto, el pago en vía ejecutiva obligó el año pasado a los contribuyentes de Málaga a desembolsar 38,6 millones de euros a Hacienda.

Los no residentes pagan 70 millones en impuestos

Los extranjeros no residentes afincados en la Costa del Sol pagaron el año pasado 71 millones de euros en impuestos. Se trata fundamentalmente de ciudadanos europeos que no tienen la condición de residente fiscal porque viven en la provincia menos de 183 días al año, lo que no es óbice para que tengan que pagar impuestos por las rentas que obtienen en territorio español. Afecta tanto a personas físicas como jurídicas. Este es el caso de muchos jubilados europeos que viven temporadas en la provincia, aunque también de españoles emigrados al exterior que durante el ejercicio fiscal también ingresaron rentas en España. Por otra parte, éste es también el gancho al que se aferran algunos deportistas de élite para eludir el pago de impuestos.

La recaudación por este tributo ha sufrido los envites de la crisis durante los últimos siete años, como pone de manifiesto que en 2007 se recaudaran en Málaga más de 101 millones y que en 2011 hubiera caído en picado hasta los 37,6 millones. Desde entonces ha experimentado una significativa mejoría, coincidiendo con la subida tanto del tipo general como del que se aplica a las rentas transferidas al extranjero por establecimientos permanentes y a los dividendos, intereses y ganancias patrimoniales obtenidas sin necesidad de establecimientos. Turistas extranjeros tomando el sol en una playa de la Costa del Sol.