Andrés Ollero presenta su último libro en Málaga: notas de una vida entre el Derecho y la vida pública
El exparlamentario, magistrado emérito del Tribunal Constitucional y catedrático de Filosofía del Derecho ha presentado su último libro en la UMA, en el que hace repaso a su vida y obra académica
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Hila Andrés Ollero en su último libro los hitos de una existencia marcada por el Derecho y la vida pública. Natural de la provincia de Sevilla, Ollero, que este jueves cumplirá 81 años, repasa en este manuscrito sus vivencias como exdiputado en el Congreso por Coalición Popular, su etapa como magistrado del Tribunal Constitucional y también su experiencia como catedrático de Filosofía del Derecho. Toda una serie de ítems que no solamente elevan su currículum al terreno de lo excepcional, sino que convierten su figura en testigo de excepción de la España que fue y, por tanto, en un lúcido analista de la que es y será.
Así mismo se dejó ver este miércoles durante la presentación de la obra, que lleva por título Entre el Derecho y la vida pública (Aranzadi), en dependencias de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga, en un acto en el que estuvo acompañado por la decana del centro y catedrática de Derecho Administrativo Isabel González; el catedrático de Derecho Civil Bruno Rodríguez-Rosado; y el catedrático de Sociología Luis Ayuso, quienes han reseñado el carácter exhaustivo a la par que abierto a diferentes tipos de público de la obra, así como el carácter heterodoxo del autor y su eficiencia, plano en el que atesora la publicación de 35 títulos y más de 380 artículos científicos.
En la presente obra Ollero aborda los derechos humanos, con especial atención en los aspectos biojurídicos, planteando, en el marco del actual constitucionalismo, los problemas suscitados por la polémica entre positivismo jurídico y iusnaturalismo, con especial referencia a la relación entre derecho y moral. En ella resalta, además, su particular atención a los problemas suscitados por la libertad religiosa y la laicidad del Estado. "Una de las cosas que no descarto es escribir otro libro titulado Saberse universitario. Tengo muy claro el lema: ser universitario es sentirse obligado a hacer algo por los demás", afirmó Ollero, quien combinó durante años la docencia con su actividad parlamentaria. "Vivía en Granada, estaba en Madrid tres o cuatro días por semana, pero los viernes volvía. Llevaba un seminario de jurisprudencia constitucional".
El jurista sevillano también recordó durante la charla su intervención en un congreso mundial celebrado en Basilea en 1979, en el que disertó acerca de la Constitución española, recién aprobada un año antes. Algo más tarde sería cuando Óscar Alzaga le propuso ir en las listas de Coalición Popular por la provincia de Granada. "A mí no se me había pasado por la cabeza. En la Transición lo primero que hice es dedicarme a escribir en los periódicos. En ese momento quise ser independiente, pero, claro, en una coalición entre tres partidos de esa manera... era un lío", recordó tirando de humor. Accedería a la Cámara Baja en 1986 y continuaría en la misma bajo el paraguas de los populares hasta 2003. Tiempo en el que mantendría debates casi a brazo partido con parlamentarios de otros signos políticos, pero, recalcó, sin llegar a niveles extremos. "Entonces se hacían amigos en el Congreso. Ahora no sé, pero entonces sí".
Ollero compartió, asimismo, su consideración de la justicia, a la que definió "no como un valor más". "La justicia es el ajustamiento de la libertad y la igualdad. No hay derechos ilimitados: la única manera de que se cumplan es ponderarlos. En eso consiste hacer justicia", aseguró quien fuera magistrado del Tribunal Constitucional. Una etapa en la que disintió en multitud de ocasiones de sus compañeros, tanto conservadores como progresistas, e hizo uso frecuente del voto particular incluso estando a favor. "A veces veía que salían asuntos adelante, pero no con el razonamiento suficiente". Preguntado por si hoy día el órgano que arbitra a los jueces está polarizado aseguró que este es, de alguna manera, reflejo de "lo polarizado que está el ámbito político, por lo que es más fácil que se produzcan resultados mecánicos en las votaciones".
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