Joan Subirats: "La proliferación de universidades privadas me preocupa, pueden erosionar un sistema de resultados de excelencia"

Joan Subirats (Barcelona, 1951) es catedrático emérito de Ciencia Política y de la Administración y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona. Fue ministro de Universidades en el Gobierno de Pedro Sánchez (diciembre 2021-noviembre 2023) y anteriormente ocupó distintos cargos de responsabilidad en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal. Estos días se encuentra en Málaga para asistir al II Congreso Internacional sobre Exclusión Social, Discriminación y Derechos Humanos: Formas de Violencia Institucional, en el que participará en una mesa redonda este viernes a las 12:00 en la Facultad de Derecho de la UMA.

Pregunta.No llevamos las semanas más tranquilas de la legislatura. ¿Cómo ve la gestión de la crisis del apagón y del caos ferroviario?

Respuesta.Primero fue el Covid, luego la DANA, y ahora el apagón y los trenes. Creo que lo que está ocurriendo es que todo aquello que siempre se había considerado sólo de manera teórica en realidad tiene concreciones muy significativas, un impacto real sobre la vida, que no habíamos medido al completo. Esto exige ir más allá de la coyuntura política, plantearnos temas de fondo y pensar qué desarrollos debemos realizar. Queramos o no, estamos atravesando un cambio de época. Y en un cambio de época el impacto de los hechos no son téoricos, sino muy concretos.

P.¿Y no echa en falta un poco de reflexión?

R.Realmente, lo que está ocurriendo es lo que en el mundo empresarial se llama VUCA: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Las razones del Covid aún están por aclarar, lo mismo ocurre con hasta qué punto era previsible o no hacer algo más ante la DANA. Ahora que estamos intentando analizar las razones por las cuales el suministro eléctrico se fue a cero vemos que tampoco es fácil. La política tiene que utilizar el conocimiento e ir más allá del más puro ataque al contrario, y la ciencia debe ser capaz de trascender las revistas especializadas y llegar a mejorar la vida de la gente.

P.O sea, que la política necesita más conocimiento... y menos polarización

R.Sí. El paradigma es la Unión Europea. A este nivel existe una capacidad de tratar temas estratégicos, más complejos, a medio y largo plazo. En Europa se dice que las políticas están por encima de la política, en cambio, en muchos países la política está por encima de las políticas. Necesitamos no ir siempre al corto plazo y poder llegar a acuerdos en temas claves. Esto no quiere decir despolitizar el debate. El debate de los recursos eléctricos, por ejemplo, no es sólo técnico, tras él hay posiciones sociales muy marcadas.

P.Otro tema candente es la proliferación de universidades privadas. En Málaga, sin ir más lejos, este próximo curso empiezan a funcionar tres.

R.Esta es una tendencia que me preocupa. El sistema universitario español ha tenido durante años un equilibrio muy aceptable entre la iniciativa pública, con las 50 universidades públicas que hay, y las universidades privadas de largo recorrido como son Deusto, Comillas, Navarra, Ramón Llull, etcétera. Sin embargo, las privadas que surgen ahora están planteadas desde una perspectiva específicamente aplicada a la docencia, no tienen una voluntad de investigación detrás, cuando desde el modelo humboldtiano de principios del siglo XIX todo el mundo sabe que las universidades serias tienen que combinar investigación de calidad con docencia de calidad, y que una y otra son inseparables. Es un error aceptar que las reglas de la libertad de mercado acaben erosionando un sistema que ha conseguido resultados de excelencia significativos.

P.¿Piensa que la universidad puede dejar de ser un ascensor social?

R.Lo sigue siendo. El debate europeo es si ahora lo es menos de lo que lo era antes. Esto exige incorporar otras calidades: formación dual, mayor peso de las prácticas profesionales, una mejor relación entre la universidad y el territorio... En definitiva, una formación más integral para evitar que la lógica del ascensor social pierda enteros.

P.¿El despegue de la FP, que tiene un alto nivel de inserción laboral, puede ser una amenaza para la universidad?

R.No lo creo. Ambas están relacionadas: se puede ir de la FP a la universidad y de la universidad a la FP. Además, ahora las universidades tienen la posibilidad de ofrecer microcredenciales: cursos de corta duración a los que pueden acceder personas sin cumplir requisitos específicos. Con esto, las universidades están más preparadas también frente al problema del cambio demográfico, que va haciendo cada vez menor el número de adolescentes que pueden tener en su horizonte, y se alinea con lo que Europa exige ahora, que es la formación a lo largo de la vida.

P.Las aguas bajan algo más tranquilas en Cataluña. ¿Estamos más cerca del final del conflicto catalán?

R.Sí. Lo que está sucediendo es que los partidos independentistas, sin renunciar a su voluntad de identidad nacional, sí que han cambiado su posición, en el sentido de que tienen menos urgencia por llevar a la práctica sus ideas. Existe una postura más estable y una mayor capacidad de la Generalitat de dar respuesta a los retos económicos y sociales sin olvidar la defensa de la propia identidad a través de caminos mejores, menos conflictivos.

P.¿Y eso pasa por más cesiones del Gobierno?

R.La posición del Gobierno central en este momento, por necesidad o virtud, exige encontrar equilibrios. Y esto exige negociaciones y pactos que reconozcan esa diversidad.