Un atardecer a bordo de un barco
'La Canoa' de Punta Umbría, el 'Villa de Palos' y el 'Punta del Sebo' mantienen la ruta por la Ría de Huelva
Huelva capital está bañada por la Ría. Las Marismas del Odiel es tierra llana donde confluyen los ríos Tinto y Odiel. Pero esta bonita estampa no sólo es una panorámica desde lejos de algo bello, sino que se puede disfrutar in situ de esta belleza. Basta con embarcarte en algunos de estos tres barcos, La Canoa de Punta Umbría, el Punta del Sebo o el Villa de Palos. Estos tres navíos, a pesar de tener diferentes funciones, tienen en común el viaje por el bonito paisaje que ofrecen los alrededores de la ciudad hasta las costas bañadas por el Atlántico.
Paco Palmás, dueño de La Canoa, un barco metropolitano que va desde la capital hasta la localidad costera de Punta Umbría, un medio de transporte como un autobús pero por mar, explica que desde pequeño conocía La Canoa y que su oportunidad le vino cuando Manolo Varela se retiró y se la dejó. Dice el patrón que no quería que se perdiera esta línea de comunicación y que hoy por hoy sigue en pie no sin mucha lucha. La afluencia de público a este barco es bastante importante, ya que en los meses estivales los que desean ir a la playa de Punta cogen este medio y no soportan así ni tráfico ni problemas de aparcamiento. Los días de más ajetreo son los sábados y los domingos, ya que entre semana los viajes se realizan con pocas personas. La Canoa también se alquila casi todos los sábados para fiestas privadas de particulares. Dice Paco que no se cansa de "hacer este hermoso camino y es estupendo ver cómo en el barco se monta gente de todo tipo".
En el Muelle del Levante descansa la embarcación Villa de Palos, un barco que recibe su nombre por la conexión con el muelle de las Carabelas. Cuando Palos se separó de Moguer, la localidad cambió su nombre por Villa de Palos y de ahí le pusieron el nombre.
Este barco realiza actividades varias, desde talleres con colegios y asociaciones, pasando por el turismo, hasta fiestas privadas y temáticas. El Villa de Palos comenzó su ruta hasta el muelle de las Carabelas, pero con el tiempo se ha ido diversificando y ahora es una espléndida opción para conocer la Ría de la ciudad y disfrutar de un precioso atardecer con un cóctel de bienvenida, velas y música de fondo. Vanesa Franco dirige todo lo relativo al navío y explica que "el barco tiene un aforo de 80 personas y posee dos cubiertas, la de abajo con el bar y la de arriba con césped y mesas. Cuando nos piden una fiesta, nosotros somos muy flexibles y siempre buscamos algún detalle para sorprender a los clientes, para que se queden con un buen sabor de boca".
El Villa de Palos propone una alternativa para el turista tanto internacional como nacional de la mano de un agradable trato y un ambiente realmente chill out y verdaderamente relajante. Otra embarcación que está orientada al turismo y al alquiler para fiestas es el Punta del Sebo, un catamarán de dos cubiertas y con un aforo máximo de 120 personas. Se alquila un mínimo de dos horas y el recorrido no viene dado por la empresa, sino que el cliente puede decidir su propio recorrido. El Punta del Sebo no hace viajes sistemáticos, es un barco que se adapta a los gustos del cliente.
El barco también se presta para el recorrido por la Ría y las localidades costeras cercanas de Punta Umbría y Mazagón, terminando por las Marismas. Así que, a pesar de ser un barco que se suele alquilar para convenciones, reuniones o fiestas variadas, mantiene la tradición y el atractivo turístico del paseo por el paisaje de la capital de la provincia. Natalie Nigron, experta y conocedora del barco, recomienda embarcar en él ya que "el viaje y la ideas están geniales y es, en proporción, bastante económico".
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