"Nos aterrorizaron las grietas en la casa, el edificio temblaba"
Un seísmo sacude Málaga
El terremoto provoca daños en una tienda en Vélez y una grieta en un edificio de Torre del Mar. Malagueños en Melilla narran cómo lo vivieron.
Numerosas llamadas alertaron durante la madrugada de incidencias a raíz del temblor. La mayoría de ellas procedían de la Axarquía. El terremoto de 6,3 grados de magnitud en la escala de Richter que se ha sentido en todas las provincias andaluzas sacudió con más intensidad el municipio de Vélez-Málaga, donde se produjeron daños en un edificio que fueron detectados por los propios vecinos. Hasta allí acudieron efectivos del Consorcio de Bomberos para inspeccionar las grietas originadas, por ejemplo, en Torre del Mar.
Como muchos malagueños, los vecinos de La Noria de este núcleo de población salieron al pasillo tras notar cómo el edificio temblaba y que a duras penas podían salir de la cama. La diferencia con otras familias es que a la sacudida le siguió un crujido y aparecieron grietas en sus salones. Prácticamente desde el techo hasta el suelo. También en el pasillo de las plantas de la sexta a la novena. Los afectados fueron los inquilinos de las puertas D y F que son las que coinciden con la junta de dilatación. A las 19:30 se presentaban agentes de la Policía Local y efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, según confirmaron fuentes municipales. “Escuchamos un sonido muy grande, como un trueno, algo difícil de explicar similar a un crujido. Cuando fuimos capaces de salir de la cama fuimos a ver a los niños y ya nos dimos cuenta que en el comedor había muchas grietas”, comentaba ayer Soledad. “Fue muy fuerte, muy desagradable sobre todo cuando creíamos que paraba y volvía el temblor. Estábamos muy preocupados por los tres niños, nos sentíamos inseguros”, añadía esta mujer de Torre del Mar, que comentaba anoche que sentía temor de acostarse y que dudaba si se quedarían allí a dormir.
También la vivienda de Gregorio está afectada con grietas. El hombre tuvo que salir al pasillo. “La cama se movía y el zumbido era enorme, luego vi las grietas y salí al pasillo asustado como los del noveno”, añadió este inquilino de este bloque que fue construido hace unos cuarenta años. En Torre del Mar, aunque sin confirmación oficial, los vecinos detectaron que la pared se resquebrajaba en dos bloques de la avenida Doctor Marañón. La llamada está recogida a las 8:35. En la avenida Toré Toré de este mismo núcleo, los bomberos tuvieron que socorrer a una mujer que se había quedado atrapada en una habitación tras caerse todas las estanterías que tenía en un pasillo.
En Vélez-Málaga, se desprendieron los azulejos de mármol de la fachada de una tienda de decoración en la calle Adeodato Altamirano. Fue el segundo aviso de la mañana. Eran las 7:40. Poco después de una de las réplicas de mayor grado. Afortunadamente no se produjeron desalojos ni daños personales.
Numerosos vecinos se despertaron también sobresaltados en la capital malagueña. “Era un balanceo. Tardé un poco en reaccionar, pero cuando vi que no paraba me levanté de la cama y desperté a mis padres al grito de “¡terremoto!’. Sergio fue otro de los malagueños que sintió el seísmo. “Todo temblaba mucho. Estábamos mareados porque las paredes y el suelo no dejaban de moverse. Las puertas se tambaleaban y las lámparas se balanceaban. Se escuchaba además el crujido de las ventanas y el traqueteo de los muebles”, relataba. Su reacción no fue otra que refugiarse cerca de los pilares hasta que dejó de sentir las vibraciones. Era el momento de contactar con el resto de familiares y comprobar si estaban bien.
Las redes sociales sirvieron durante horas de consultorio. La etiqueta #terremotomalaga no tardó en popularizarse. “Ha sido un susto muy grande, pero solo un susto, afortunadamente”, escribía un internauta. Otro de ellos, más alarmado, aseguraba haber percibido con más intensidad el terremoto, el segundo en sólo cuatro días. “El de hoy –por ayer– ha sido más fuerte. Para mí, sin precedentes. Jamás he vivido un movimiento sísmico de tal envergadura. Calculo que han sido unos 25 segundos y mi cama se movía cinco centímetros por cada lado. Seguidamente sentí uno más leve y después otro corto y suave”, señalaba Fernando.
Varias réplicas sucedieron al temblor que sacudió la provincia. “Lo primero que hicimos fue coger a nuestro bebé, de 9 meses. El movimiento era parecido al de las turbulencias y duró pocos segundos, pero se hicieron largos. Unos minutos después se repitió, pero con menos fuerza”, recordaba desde Fuengirola Fran Marín. También el cantante Pablo Alborán lanzó un mensaje tras lo ocurrido. “¡Espero que estéis todos bien! Beso fuerte”, espetaba.
Otros malagueños vivieron la experiencia desde Melilla, donde el terremoto provocó cerca de 30 heridos por cortes, contusiones y crisis de ansiedad. Carmen S. Cantos reside allí desde septiembre. “Empezamos a notar una vibración y al perro de mi vecino ladrar histérico. Pensé que sólo era eso, entonces la cama empezó a tambalearse y mi pareja me abrazó. No sé realmente cuánto tiempo pasó, pero pensé que se nos venía el bloque abajo”, explicaba la afectada, que vive en un cuarto piso.
En ese instante, la mujer comenzó a oír los gritos de una vecina, que bajaba a gran velocidad las escaleras. No había luz. “Mi pareja propuso ir a la Comandancia Naval. Él es cabo 1º de la Armada en Melilla. Cogimos una linternas y nos vestimos. Mientras bajábamos las escaleras todo volvió a moverse”, relataba Carmen.
La cama en la que dormía se había desplazado casi un metro. Varios cuadros cayeron al suelo. Cientos de personas se arremolinaban en la calle en pijama. “Los vecinos estaban histéricos y metidos en los coches, pensando en ir a los pinos. El paseo marítimo se llenó de gente, también las plazas y los parques infantiles”, precisaba la malagueña, que sólo pensaba en ponerse a salvo en algún lugar en el que no cayeran cornisas. “Melilla es una ciudad modernista, pero los edificios están en mal estado y ya se vienen abajo sin temblores”, destacaba.
Un juicio que se celebrará hoy obligó a Jaime Ramírez, abogado residente en Málaga, viajar hasta Melilla, desde donde contaba impresionado la intensidad del movimiento sísmico. “Ha sido tremendo. Los edificios del centro han sufrido bastantes desperfectos. El Ayuntamiento, los colegios y la sede judicial permanecieron cerrados. Ya han comprobado que hoy se podrá reanudar la actividad”, resaltaba. La recomendación era clara: evitar coger el coche si no era necesario para darle prioridad a los bomberos, que trabajaban a destajo.
No hay comentarios