Atraco con cuchillo en una farmacia de la avenida de Molière, en Málaga: las empleadas escapan por la puerta de atrás

El atraco apenas se consumó en "minuto y medio", margen sobrado para que el autor saliera airoso. Si bien el botín con el que, presuntamente, huyó resultó escaso, el susto para las empleadas, que habían sido amenazadas con un arma blanca, fue mayúsculo. Ambas lograron escapar por la puerta trasera sin resultar heridas. La Policía busca al responsable de un asalto a una farmacia de la avenida de Molière a punta de cuchillo que se encontraba abierta al público, según fuentes cercanas al caso.

Los hechos sucedieron este sábado. Eran las 19:15 cuando el atracador accedía a la botica. Entró directamente, sin hacerse pasar por ningún cliente. Avanzó hasta la zona de recepción y, tras sacar un objeto similar a un cuchillo, exigió a las dos empleadas que en ese momento estaban trabajando la recaudación al grito de 'Dadme el dinero', según el relato de los hechos denunciados al que ha podido acceder este periódico.

El autor del atraco iba completamente cubierto: vestía un plumífero, llevaba el gorro ajustado al máximo, mascarilla y guantes, de modo que sólo los ojos le quedaran al descubierto. Tenía acento español. El asaltante esperó, presumiblemente, a que no hubiera ningún cliente en el interior. Las trabajadoras le indicaron que el efectivo no se encontraba en esa zona, sino fuera, en la caja registradora. Cuando el individuo se dirigió hacia allí, ambas aprovecharon para huir por la puerta trasera con la intención de ponerse a salvo. Las víctimas permanecieron fuera de la farmacia para comprobar la dirección en la que se marchaba el atracador y avisaron de inmediato a la Policía.

Con el dinero en metálico en su poder, era el momento de escapar. El atracador se lo llevó antes de abandonar el local. Huyó a la carrera. En el exterior le aguardaba, supuestamente, un vehículo para facilitar la huida. Su rastro se perdió a continuación. Por el momento, no ha trascendido si los investigadores han identificado al autor del atraco.

La cantidad sustraída de la que se apoderó no ha trascendido, aunque las fuentes consultadas señalan que era reducida, ya que la mayoría de los pagos en farmacias se realizan actualmente con tarjeta o mediante recetas, lo que limita el efectivo disponible.

No era la primera vez que esta farmacia sufría un asalto, según las mismas fuentes, aunque en esta ocasión el atracador llegó hasta la zona interna donde se recepciona, un espacio que no esperan que sea invadido. Pese al impacto emocional, el personal de la botica continuó, todavía amedrentados, atendiendo a la clientela.