El parqué
Rojo generalizado
El bulevar Adolfo Suárez, ejecutado parcialmente sobre los terrenos ganados tras el soterramiento de las vías del tren, quedará conectado definitivamente con la Avenida Juan XXIII a mediados de año. Así será si se cumple el calendario programado por la unión temporal de empresas (UTE) a la que la Consejería de Fomento acaba de adjudicar los trabajos de integración urbana de Juan XXIII por un importe superior al millón de euros, con un plazo de obra de 7,5 meses.
La intervención, según informaron ayer desde la Junta de Andalucía, forma parte del plan de reposición urbana a desarrollar tras las obras del Metro realizadas en este mismo eje. La firmas sobre las que recae el contrato son Ogensa (Obras Generales del Norte) y Excavaciones Verosa. Al tiempo, la asistencia técnica para la supervisión de los trabajos fue adjudicada a la alianza formada por Inaser e Ingeniería y Estudios de Andalucía por 77.805 euros.
Los trabajos a materializar deben permitir garantizar la permeabilidad del tráfico rodado en esta vía, una vez terminada la infraestructura del suburbano. En concreto, la principal intervención consistirá en eliminar una rasante acentuada en la calzada de Juan XXIII, como consecuencia del solapamiento entre las obras de integración del ferrocarril para la llegada del AVE, acometidas por el Ministerio de Fomento, y el inicio de los trabajos del Metro, en 2009. La obra abarcará la zona comprendida entre las intersecciones de la Avenida Juan XXIII con la calle La Unión y el nuevo bulevar Adolfo Suárez. La citada corrección de la rasante permitirá mejorar la confluencia de las calles Bodegueros y Reboul con la Avenida Juan XXIII, facilitando la accesibilidad a las barriadas situados a ambos lados. Asimismo, una vez corregida la rasante, se podrá abrir al tráfico la conexión del bulevar Adolfo Suárez con la Avenida Juan XXIII, actualmente cerrada, por la limitación de visibilidad para los vehículos de la propia intersección.
La ejecución material de estos trabajos incluye las actuaciones necesarias en materia de desvíos provisionales de tráfico y de servicios afectados (redes urbanas de saneamiento y suministro) previas al desarrollo normal de la obra, además de las soluciones de urbanización de las calles, avenidas y espacios públicos afectados. Todos los elementos que forman parte del proyecto ya fueron consensuados entre la Agencia de Obra Pública y el Ayuntamiento, incluyendo los acabados, jardinería y ordenación del tráfico rodado.
La reclamación municipal, ahora resuelta por parte de la Administración regional, viene alargándose desde hace casi dos años, en la necesidad de dar una salida al tráfico que actualmente circula por el bulevar sobre el soterramiento. Si bien no estaba previsto en su primer fase, el Consistorio consiguió de las empresas adjudicatarias de la etapa inicial de la avenida del ferrocarril prolongar el eje viario hasta la conexión con Juan XXIII. Sin embargo, ese enlace permanece cerrado desde principios de marzo de 2014, cuando fue inaugurada la nueva avenida.
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