El Ayuntamiento de Málaga ha ratificado este martes en un pleno extraordinario la aprobación del plan económico-financiero para los años 2020 y 2021 por 15 votos a favor (PP, Ciudadanos y el concejal no adscrito Juan Cassá) y 14 en contra. Este plan ya recibió el visto bueno de la Junta de Gobierno local la pasada semana, ha pasado el corte del Pleno con los votos en contra de la oposición y ahora será enviado a la Junta de Andalucía y al Ministerio de Hacienda. 

El Ayuntamiento de Málaga incumplió la regla de gasto en el año 2019 en 12 millones de euros porque, según explicaron desde el Consistorio, "ha habido una mayor ejecución de inversiones de lo previsto inicialmente; mayores gastos derivados del cumplimiento de convenios colectivos y sentencias; incremento de transferencias para distintos servicios; atender acontecimientos extraordinarios: más incorporación de remanentes; o una disminución de la recaudación por cambios normativos".

En definita, se gastó más del 2,7% de aumento que permitía el Gobierno -Málaga lo hizo un 4,9%- y la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera obliga a que las administraciones, en este caso la malagueña, elaboren un plan que defina qué pasos se van a seguir para evitar ese incremento del coste y volver a la senda de la normalidad. 

El concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde, ha señalado que este plan tiene el informe favorable de la Intervención General Municipal y que no será necesario adoptar medidas adicionales sino que ese exceso se corregirá con los presupuestos de 2020 y 2021. El Ayuntamiento prevé que se reduzca el déficit producido en 2020 en el transporte urbano -la EMT tendrá un sobrecoste adicional de entre 12 y 14 millones de euros-, en las actividades culturales y de congresos, así como obtener ingresos extras por la venta de suelo. 

A eso hay que añadirle, según defiende el equipo de gobierno municipal liderado por el PP, que se espera que el Gobierno tramite un decreto que eximiría a las administraciones locales de tener que cumplir los parámetros de estabilidad, techo de gasto y deuda en 2020 y 2021 por los problemas derivados de la pandemia. 

“De no ser porque ahora el Gobierno central ha relajado la regla de gasto, tendríamos a nuestro ayuntamiento intervenido, porque el alcalde, Francisco de la Torre, incumplió esta norma en más de 12 millones de euros en 2019, en plena campaña electoral, condenando al consistorio a un plan de recortes en este ejercicio que limita las inversiones”, ha asegurado la concejala socialista Alicia Murillo. 

Por otra parte, el Pleno ha dado aprobación inicial a las ordenanzas fiscales para 2021 que supone que los tributos volverán a congelarse el próximo año; y se incluyen nuevas bonificaciones y reducciones en distintas ordenanzas. Los malagueños no verán variación de sus recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto de Actividades Económicas (IAE), Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) e Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU- Plusvalía), así como en todos los tributos. También se incorporan nuevas bonificaciones, entre ellas, una reducción del 75% en las cuotas por uso del auditorio de la Caja Blanca.