"La belleza de la Málaga joven y vieja"
Los viandantes de calle Larios disfrutan de la exposición fotográfica organizada por por 'Málaga Hoy'
En tan sólo 300 metros, los que mide calle Larios, Málaga Hoy condensó hace dos días más de cien años de historia malagueña. Lo hizo con 40 fotografías que muestran la evolución de distintas zonas de la ciudad en el último siglo de vida de la urbe. La gente que suele ir y venir por la céntrica vía se tomó ayer un respiro y muchos fueron los que aminoraron el ritmo para dedicarse a leer y admirar los textos e imágenes dispuestas en los lados de la calle.
Los curiosos se reunían alrededor de los carteles y algún anciano se atrevía a ejercer de profesor de Historia, explicando los cambios que habían acontecido desde la época en la que fue tomada la fotografía, o para situar a los demás en la forma de vida de aquella época. "Es admirable ver la belleza de la Málaga vieja y la nueva. Mira que era bonita la plaza de la Constitución antes, pero es que la que tenemos ahora es preciosa", decía encantada Josefa Sánchez.
Una de las fotos que más curiosos reunía era la de las cuevas de El Ejido. Los más jóvenes veían asombrados como familias enteras podían vivir allí hace tan sólo 60 años. Otro punto en el que se paraban muchos era en la foto de los Baños del Carmen, en la que varios vecinos de allí se sorprendían del cambio que ha dado su barrio. El terreno ganado al mar también ha sido motivo de sorpresa para muchos. "Sabía que la ciudad le había comido terreno al mar, pero no sabía que había sido tanto", admite Jesús Violeta, mientras admira la foto que retrataba la plaza de la Marina.
Muchos turistas aprovecharon también para conocer el estado de las zonas que habían visitado, pero los recién establecidos en Málaga también han podido admirar el cambio en la ciudad en la que ahora residen. "Es bonito ver el cambio de Málaga en el tema de la vivienda, que era una lacra social en una época en que había mucha hambre", explicaba Mariano Ojeda, recién llegado a Carlos Haya.
Quienes más disfrutan de la muestra son los más ancianos. Algunos de ellos han presenciado con sus propios ojos y a pleno color las situaciones ilustradas que adornan calle Larios. "Está muy bonito. Se recuerdan cosas antiguas y la juventud apreciará ver el contraste que hay", declaraba Salvador Gómez, sin andar muy desencaminado. Cristina Ruiz es una joven que vive en la Victoria y se mostraba incrédula ante la foto de su barrio, ya que le extrañaba ver "el tranvía y la estación" por donde ir cada día. Al final, la calle se convierte en un pequeño colegio en el que los jóvenes aprenden y los ancianos recuerdan.
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