La incapacidad real de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga para liberar de las trabas burocráticas el carril bici que debe recorrer el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso fuerza finalmente a ambas administraciones a dar un paso a un lado y suspender el impulso inmediato de este trazado ciclista. La determinación se adopta casi año y medio después de que los mismos actores públicos otorgasen plena prioridad a la ejecución de este trazado, cuyo desarrollo quedaba en manos del Gobierno andaluz.

Ayer, tras muchos meses en los que no ha sido posible avanzar en la tramitación de la obra, la comisión de seguimiento del Plan Andaluz de la Bicicleta (PAB), compuesta por representantes de la Consejería de Fomento y Vivienda y del Consistorio de la capital, dio luz verde a la propuesta de "estudiar conjuntamente un nuevo trazado de carril bici mientras se sigue avanzando en la culminación del proyecto de la vía que se construirá en el paseo marítimo de Levante".

A finales de mes la comisión decidirá sobre el nuevo trazado, que carece de proyecto

De acuerdo con lo que oficialmente transmitieron ayer las dos instituciones, por medio de un comunicado conjunto, el análisis de un nuevo itinerario tiene como objetivo "propiciar el inicio inmediato de la construcción de esta infraestructura", al tiempo que en paralelo se trata de culminar el procedimiento administrativo necesario para actuar sobre el paseo marítimo. Con ello, se precisa, se pretende "impulsar este mismo año un nuevo trazado que tenga menos complejidad que el discurrirá por dicho paseo marítimo".

De completarse la secuencia planteada, la primera obra de cuantas fue asumida por la Junta en la firma del convenio de colaboración empezará a andar más de dos años después de que se firmarse el convenio de colaboración con el Ayuntamiento. Ese acuerdo marco fijaba el compromiso de desarrollar casi 69 kilómetros de carril bici nuevos, de los cuales del orden de 51 competían a la Junta, mientras el resto quedaba en la esfera municipal.

La hoja de ruta nuevamente trazada mantiene vivo el proyecto del paseo, si bien no dibuja un calendario claro para que el mismo pueda quedar desbloqueado. Lo prolijo de la tramitación con la que se viene topando queda reflejado, de un lado, en la dilación de la Consejería de Medio Ambiente de informar sobre la propuesta de intervención. Si bien la misma fue remitida por el Ayuntamiento, que es el que tiene que aportar los suelos, en marzo del año pasado, según fuentes próximas a la iniciativa, la contestación no se produjo hasta unos días atrás. A ello se suma la duda sobre si realmente el Consistorio tiene en sus manos el suelo necesario, para lo que requiere del aval definitivo de la Dirección General de Costas.

Pero sin duda el escollo que más quebraderos de cabeza está dando a los responsables autonómicos en los últimos meses es el de la Gerencia de Urbanismo, que a última hora y cuando se daba por cerrado el proyecto del carril bici exigió una serie de modificaciones en la obra que, según parece, alteraban de manera sustancial los costes, fijados inicialmente en 2,8 millones de euros.

Asumida la parálisis que afecta a este itinerario, la decisión adoptada ayer abre la puerta a elegir un carril alternativo a impulsar por la Junta. La Administración regional ha planteado la posibilidad de que el mismo pueda ser la conexión ciclista entre la Universidad de Málaga y el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), recorrido que, a priori, "no presenta dificultad alguna para poder iniciar lo antes posible dicha actuación". Al respecto, apuntaron que se cuenta con plena disponibilidad de los suelos al discurrir en paralelo a la carretera autonómica A-7076.

No obstante, a finales del presente mes se convocará una nueva reunión de la comisión de seguimiento en la que cerrar un acuerdo definitivo sobre el nuevo itinerario, "para impulsar la inmediata redacción del proyecto y su licitación, e ir resolviendo al mismo tiempo las cuestiones técnicas del proyecto relativo al paseo marítimo que podrá impulsarse con posterioridad".