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Boticaria García: “Hay gente que está más dispuesta a creer al que sale en los vídeos de TikTok que al Ministerio de Sanidad”

Boticaria García y Esther Luque en los Cursos de Verano de la UMA.

Boticaria García y Esther Luque en los Cursos de Verano de la UMA. / FGUMA (Málaga)

Hace 12 años, Marián García, conocida como Boticaria García, decidió dejar la farmacia rural y dedicarse a la divulgación científica. Colabora con diferentes programas de televisión, siendo ya un rostro mediático. Luchar contra la desinformación sobre la ciencia y dotar de herramientas a la ciudadanía para que aprendan a discernir son dos de las grandes líneas en las que mueve sus esfuerzos. La experta habla de soluciones en un contexto en el que la información está al mismo nivel de alcance que la desinformación. Así, ve un futuro en el que, entre otras medidas, las redes sociales se alimenten también de contenido de calidad, porque como comentaba ella: “Hay gente que está más dispuesta a creer al que sale en los vídeos de TikTok que al Ministerio de Sanidad”.

Mantenía esta conversación en la mañana del martes con la periodista Esther Luque, directora del programa Hoy por hoy de Cadena Ser. Una charla agradable en un enclave más acogedor aún: uno de los patios del Museo Picasso aguardado por la sombra y regentado por el sonido del movimiento del agua en la fuente. El encuentro formaba parte del curso de verano de la UMA Inteligencia de Futuro.

Y precisamente era ése el reto, reflexionar sobre conceptos clave del presente para tratar de delinear el porvenir. En este marco, la directora del curso, Nuria Rodríguez Ortega, catedrática en Historia del Arte, lanzaba una pregunta: “¿Cómo podemos explicar la paradoja de que la sociedad esté en el momento histórico en el que tenga más acceso a la información y exista a la vez tanta desinformación?”. Las dos expertas tenían muchos argumentos que orbitaban sobre esta incongruencia. Así, la referente en el mundo periodístico y la científica, que tanto bulos ha tratado de frenar en los últimos años, contribuyeron para tratar de explicar este fenómeno.

“Nos enfrentamos a un reto muy grande, porque algunos sectores de las sociedad han aprendido muy bien cómo funciona el cerebro humano y cómo pueden manipularlo”, apuntaba la boticaria, quien explicaba que habría que diferenciar entre tipos de bulos. En primer lugar, se refería a los “bulos organizados”, que los relacionaba con la anterior afirmación. “Se hizo viral el bulo de que el metal se quedaba pegado al brazo tras la vacuna. Eso fue en junio y administraron el mismo componente para la tercera dosis, pero ya nadie hablaba de eso, no interesaba. Esto es un ejemplo de que los bulos no nacen por que sí, sino porque a alguien le conviene que se difundan”.

En otro lugar hablaba del papel de los medios. “En un periódico serio no se van a ver titulares sobre la cuchara que se pega al hombro, pero sí que se han visto informaciones absurdas que alimentan el clickbait”, indicaba la divulgadora a la que Luque le respondió “por alusiones”. Ambas dejaron claro que los bulos difundidos por medios de comunicación durante pandemia en España no superaron el 4%, aunque Luque sí reconoció que, en cierta medida, la crisis del sector había contribuido en ocasiones a esta desinformación.

Dejando atrás esta pesquisas, las expertas explicaron que el auge de la desinformación venía provocado por “la tormenta perfecta” que causó la pandemia. El miedo, las dudas, la gravedad del virus que afectaba a todo el mundo, la necesidad de informar y la falta de soluciones ante la infección fueron algunos de los factores que provocaron que las fakes news ebullieran. Boticaria García lo resumía de la siguiente forma: “La población quería respuestas rápidas y eso para la ciencia es imposible”.

Así, explicaba que durante la explosión del coronavirus “hubo gente muy sensata que comenzó a dudar de la ciencia”. En esta línea, la periodista comentó que se vieron en la tesitura de tener que “retrasmitir la pandemia minuto a minuto”. “El periodismo es actualidad y la ciencia es investigación”, añadía García llegando al punto en común de que otra de las lacras que se produjeron es que se necesitaba informar constantemente sobre un tema del que no existían novedades instantáneas. “La realidad es que no todo el mundo puede comprender el mundo científico”, apostillaba la científica como un añadido que restaba en este huracán de desinformación.

Este primer encuentro se titulaba La desinformación y sus enemigos (y de cómo la divulgación científica contribuye a inmunizarnos), aunque no perdía la vista en el futuro, el ápice que caracteriza a todas las charlas de este curso. En esta mirada a lo que vendrá, la científica hablaba de los emisores de mensajes y explicaba que ahora las fuentes se habían convertido en el propio medio de comunicación. “El ejemplo más claro es que Sergio Ramos se entrevistó a sí mismo en su redes sociales, pero es que él tiene más seguidores que cualquier medio de información, así que en cierto modo es normal”. La boticaria ve este altavoz propio, no como una amenaza, sino como una oportunidad “si uno hace las cosas desde el punto científico”. Así, reflexionaba sobre que hay actores que tienen capacidad para llegar a mucha gente y que a lo mejor serían unos grandes emisores. “Quizás habría que darle la gorra de la ciencia a un triunfito o a alguien de TikTok para que el mensaje llegue a ciertos sectores de la sociedad como pueden ser mis hijos”, consideraba la boticaria.

La charla siguió transcurriendo entre estos temas como el médico Google o la fuente de la bata blanca, en un contexto distendido que invitaba a la reflexión. Nuria Rodríguez conducirá esta sucesión de seis encuentros durante tres días. Tras este primero, que ha inaugurado el curso, han tomado el relevo el especialista en arte Paco González Bree en conversación con José Lebrero Stals, director del Museo Picasso. En la primera sesión de este miércoles, se volverá a sentar la periodista Luque, aunque lo hará para hablar con el rapero Arkano. Después, el humorista malagueño Salva Reina mantendrá una conversación con el escritor Francisco Quintero. El menú del jueves estará compuesto por la activista Maixabel Lasa, a la que le acompañará la propia directora del curso. El economista Josef Ajram y Quintero cerrarán este espacio reflexivo con el segundo coloquio del día y el último de la edición.

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