La brecha de género entre los universitarios que salen de la UMA sigue ampliándose. El último estudio publicado por la institución educativa destaca que el salario percibido por ellas es 413 euros menor que el de los titulados varones, es decir, la horquilla se amplía en 52 euros respecto a la promoción anterior. 

Según el citado estudio de inserción laboral, referente a los egresados de la promoción 2017/2018, y realizado en septiembre de 2021, ellas también lo tienen más difícil para acceder a su primer empleo –hasta dos meses más, para un empleo acorde a la formación–, llegan menos a acceder a puestos directivos –un 27% ellas, por el 46% de ellos–, las emplean menos a tiempo completo –65% por el 72% de ellos–, y son menos contratadas tras hacer sus prácticas –un 22% ellas por el 29% de ellos–. 

Esto se da, pese a que son más numerosas en casi todas las ramas de conocimiento, sobretodo en Ciencias de la Salud (68,1%), mientras que en la rama de Arquitectura e Ingenierías es mayoritaria la presencia de hombres (75,6%). Además, los hombres las triplican entre los que finalizan un doctorado (suponen el 0,03% de la muestra, por el 0,01% de ellas); pero es en este caso en el único que ellas son más contratadas, teniendo pleno empleo. También, las mujeres en este nivel de estudios son las que tienen un salario superior, 2.225,0 € frente al 2.127,7€ de los hombres.

El salario medio de los titulados baja

El salario mensual medio se sitúa en 1.462,90€ para los egresados universitarios de esta promoción, esto son 50 euros menos que los 1.511 que percibían de media los egresados que les precedían. Siguen siendo los doctores los que reciben la mayor retribución, 2.153,67€ y por rama de conocimiento, el mayor importe lo registra Arquitectura e Ingenierías (1.780,62€).

El 78,5% de los egresados de la promoción 2017-2018 están ocupados en el momento de ser encuestados, subiendo un 2,4% con respecto a los datos del curso anterior. El 11,6% está buscando empleo, dato que baja en 2,5 puntos. Esto supone que se aprecia una recuperación del nivel de inserción previo a la pandemia, alcanzándose el mismo porcentaje de egresados trabajando que se obtuvo en la promoción 2015-2016.

Los egresados de grado mejoran su nivel de empleabilidad, pasan de 72,1% a 77,2%, los egresados de máster la mantienen prácticamente y los doctores experimentan una ligera bajada, de 92,9% a 90,9%. El porcentaje de egresados en situación de desempleo pasa de 14,1% al 11,6%. Baja para todos los niveles de estudio, 3,6 puntos para los egresados de grado, 1,7 puntos para egresados de máster y cerca de 5 puntos para los doctores, quienes no arrojan en la presente promoción datos de desempleados.

El 7% de egresados deciden continuar con su formación. El motivo para continuar con la formación se debe en su mayoría querer aprobar una oposición (28,2%), más que los que lo hacen para trabajar en un puesto concreto o por desarrollo profesional o personal.

Al desglosar los resultados según la rama de conocimiento a la que pertenece el grado universitario, se observa que el mayor índice de ocupación lo tiene la rama de Arquitectura e Ingenierías (86,8%), seguida de Ciencias de la Salud (80,6%). En el extremo contrario están la rama de Ciencias y la rama de Arte y Humanidades que registran el menor porcentaje de ocupados (64,4% y 67,6% respectivamente).

El 6,6% de los egresados residen fuera de España (7,7% en la promoción anterior). La bajada más significativa es para los doctores cuyo porcentaje pasa del 11,8% al 9,1%. O, lo que es lo mismo, la fuga de cerebros cada vez se da menos.

Arquitectos e ingenieros, los mejor pagados y más solicitados 

En el lado contrario de la balanza, las empresas se dan tortas por contratar a arquitectos e ingenieros. O eso se desprende del estudio de inserción laboral. Estos son los que más cobran, 1.780 euros (son 600 euros más que los titulados en ramas artísticas, que se sitúan a la cola), si bien no son los titulados a los que más le sube el sueldo, trofeo que se lleva la rama de Ciencias, con un 10,6% con respecto al informe anterior. 

También son los que cuentan con un mayor porcentaje de contratos indefinidos (un 64,6%), los que menos tardan en encontrar empleo –cinco meses, cuando las siguientes ramas que menos tardan, se demoran nueve– y a los que más contratan tras las prácticas –un 40% se queda donde realiza su beca–. 

Además, el 67,1% de los egresados trabajan en un empleo relacionado con su titulación. El mayor ajuste por nivel de estudios es para los doctores (95%), y por rama de conocimiento, Arquitectura e Ingenierías (79,8%).