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Realizando un itinerario cruceristico de 16 noches denominado "viaje por distinguidas ciudades del Mediterráneo", ayer, procedente de Marsella escaló por primera vez en Málaga el buque de Royal Caribbean Anthem of the Seas. Con 3.870 pasajeros y 1.640 tripulantes, este barco estrenado el pasado 22 de abril, quedó atracado en el muelle norte de la estación marítima de Levante minutos después de las 9:30. Construido en los astilleros alemanes Meyer Werft, el Anthem of the Seas es el segundo gemelo de la Clase Quantum, una serie de barcos considerados hasta la fecha como los más tecnológicos del panorama crucerístico internacional. Con 168.666 toneladas de registro bruto y 348 metros de eslora, este moderno buque turístico dispone de 2.090 camarotes en los que se pueden albergar un total de 4.905 pasajeros.
Pero con independencia de estos datos, quizás, lo más novedoso del Anthem sean sus revolucionarias opciones de ocio y la renovada imagen que ofrece; una visión en lo que a sus interiores se refiere muy diferente a la gran mayoría de los barcos que componen la amplia flota de Royal Caribbean.
Bajo la atenta mirada de la jirafa Gigi, una escultura de 4 toneladas de peso y 9,7 metros de altura obra de escultor francés Jean-Francoise Fourtou situada en la cubierta 15 y considerada como la mascota del barco, el Anthem of the Seas despliega un amplio programa de posibilidades de diversión al aire libre. Manteniendo una pared de escalada y un simulador de olas para practicar surf (estas atracciones deportivas ya las presentan otros buques de Royal), amén de los habituales espacios con piscinas, jacuzzis, zonas ajardinadas o pistas de running, las dos joyas del ocio exterior de este buque son el RipCord by iFly, un simulador de caída libre y el North Star, una grúa atalaya que eleva a los pasajeros en una burbuja de cristal a noventa metros de altura sobre la cubierta superior del barco; una innovadora atracción que identifica a los buques de la Clase Quantum. Al respecto de los interiores, el Anthem, que ha reducido las grandes áreas cubiertas de otros buques de Royal, ofrece como novedad dos interesantes propuestas. A popa, en un espacio multinivel se encuentra el Two 70º, una sala con vistas panorámicas donde se ofrecen tecnológicos espectáculos multimedia. En el centro del buque, en la cubierta 15, está el SeaPlex, un amplio campo deportivo convertible en una divertida pista de coches de choque.
Con un teatro principal situado a proa (Royal Caribbean ha querido mantener la esencia de los tradicionales espacios escénicos de los más clásicos buques de crucero), la oferta gastronómica está dividida en diferentes restaurantes de los cuales cinco pueden ser usados sin ningún tipo de recargo. Entre los muchos bares de a bordo, en la cubierta cinco se encuentra el denominado Bionic Bar, un singular espacio donde dos brazos robotizados sirven todo tipo de cócteles.
Una pulsera electrónica que puede usarse tanto para abrir las cabinas como para pagar, unos camarotes interiores que presentan balcones virtuales o la conexión a internet más rápida de la actual flota crucerística internacional, completan los muchos atractivos del Anthem of the Seas, un barco al que han calificado como inteligente y que tras cumplimentar su primera escala malacitana en que como es habitual se celebró una recepción con autoridades, dejó el puerto a las 18:00 con destino a Cádiz.
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