Veterinarios de Málaga alertan de que el calor está pasando factura a los animales
Desde la organización se recomienda a la ciudadanía que acuda a un profesional para poder prevenir enfermedades en el verano
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Málaga/El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, Juan Antonio de Luque, advierte a la población, en nombre de los profesionales de la provincia, sobre cómo afectan el verano y las altas temperaturas a los animales, y los riesgos que corren en caso de no tomar las precauciones adecuadas.
Se están viviendo numerosas olas de calor. ¿Cómo está afectando esto a los animales?
Las altas temperaturas provocan diferentes alteraciones en los animales dependiendo de la especie de la que hablemos. Con respecto a las mascotas, sufren mayor número de picaduras de insectos y artrópodos, por lo que aumenta la probabilidad de padecer enfermedades transmitidas por estos vectores, como la leishmaniosis o la piroplasmosis, nombres con los que, desgraciadamente, los ciudadanos que tienen mascotas están cada vez más familiarizados.
Muchos animales llegan a las clínicas con golpes de calor: es importante protegerlos del sol y de habitaciones con elevadas temperaturas o sin ventilación. Hay que extremar el cuidado con dejarlos en los coches, sobre todo cerrados y al sol, ya que no soportan temperaturas altas, entre otros motivos, porque no pueden sudar como nosotros y eso les impide bajar la temperatura corporal. Los perros braquicefálicos -los llamados razas de "chatos"- son los que más riesgo tienen por sus características de vías respiratorias estrechas, ya que con el calor intenso incrementan las dificultades respiratorias y pueden sufrir cuadros muy graves e incluso mortales.
Nosotros recomendamos a la ciudadanía que visite a su veterinario, que le administrará, no solo los medicamentos adecuados para prevenir las enfermedades más frecuentes en el verano, sino además le dará consejos útiles que mejoren el bienestar de su animal en estas fechas veraniegas.
¿Cómo afectan las altas temperaturas a los animales de granja y a los équidos?
A los animales de producción, que se encuentran en explotaciones intensivas, prácticamente no les afecta, ya que se encuentran en unas condiciones de temperaturas controladas. Sin embargo, a los animales que se encuentran en explotaciones extensivas o semiextensivas, hay que intentar sacarlos al campo muy temprano y al atardecer, evitando las horas de calor más intenso. Debemos recordar que Málaga es la provincia con más ganado caprino de España.
Respecto a los caballos, desde el Colegio de Veterinarios de Málaga, le hemos hecho llegar la guía de buenas prácticas para el bienestar de coches de caballos de servicio público a los cinco municipios que prestan este servicio (Málaga, Marbella, Mijas, Fuengirola y Nerja). En ella se recogen numerosas recomendaciones, entre las que podemos destacar la necesidad imperiosa de que las paradas estén provistas de sombra y puntos de agua.
¿Aumenta en verano el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias?
Las altas temperaturas favorecen la multiplicación de algunos patógenos y, aunque los servicios veterinarios de las diferentes administraciones velan por la seguridad alimentaria, una inadecuada manipulación de los alimentos, en cualquier época del año, pero más si cabe en verano, puede causar patologías como, por ejemplo, la salmonelosis. Además, esta época favorece al consumo de muchas verduras crudas y frutas, y es fundamental un buen lavado de las mismas, así como mantener una buena conservación en frío y protección de contaminación exterior de los alimentos cocinados.
¿El cambio climático que conlleva el aumento de las temperaturas está provocando que aparezcan nuevas enfermedades en estas latitudes?
Sí, el aumento de la temperatura en la zona geográfica en la que nos encontramos hace que lleguen especies de animales que antes no vivían aquí, o bien que aumente su población de una manera exponencial. Por ejemplo, los mosquitos y garrapatas de diferentes especies que son portadores de parásitos, virus y bacterias que provocan enfermedades, tanto en nuestros animales como en las propias personas. Un claro ejemplo es la enfermedad del virus del Nilo Occidental, ya que antes no se producían casos en humanos en España, y ahora se reportan casos de personas afectadas todos los años.
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