El cambio de arquitecto y diseño en la torre del puerto exige un nuevo concurso según los académicos

Hace más de una década que el proyecto de la torre del puerto comenzó a andar en Málaga. Entonces fue José Seguí, arquitecto, su principal impulsor. Fue en 2016 cuando la Autoridad Portuaria inició un trámite de concurrencia al que se presentaron dos iniciativas. El del propio Seguí, que acabó llevándose la palma y un segundo contendiente. Ambos con un proyecto básico asociado. El año pasado, Andalusian Hospitality (la empresa participada por el fondo Al Alfia, ligado a la familia real catarí, y Hesperia) presentó un cambio doble. Por un lado, fichaban un nuevo arquitecto estrella: el Pritzker David Chipperfield. Por otro, este venía con su propio diseño (con casi 30 metros más) bajo el brazo. La Academia de Bellas Artes de San Telmo ha presentado un escrito ante el puerto en el que defiende que ambos cambios son sustanciales y, por lo tanto, exigen resolver el concurso y volver a celebrar uno nuevo.

En un escrito firmado por su presidenta, Rosario Camacho, y presentado ante la Autoridad Portuaria el pasado 17 de octubre, los académicos exigen una vista del expediente administrativo, que se declare caducado el procedimiento por el transcurso del tiempo y, en cualquier caso, por los cambios sustanciales y, en su caso, un nuevo procedimiento. Preguntado por este periódico, el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, ha asegurado que "estudiará y responderá" el escrito presentado. El plazo para ello es de un mes.

El primero de los puntos que señalan desde San Telmo en el escrito, al que ha tenido acceso este medio, es que el plazo para entregar el proyecto definitivo finalizó el pasado 7 de marzo. En el mismo se indican que el plazo ha transcurrido "sin que se tenga noticias de haber presentado y cumplimentado la documentación completa y necesaria" del proyecto ejecutivo para la torre. Rubio, hasta ahora, ha defendido públicamente que el proyecto firmado por Chipperfield se presentó en tiempo y forma. Además, señaló que está siendo analizado en las dependencias del Puerto.

Tanto que afirmó que antes de final de año presentaría el informe ante Puertos del Estado. Sin embargo, rechazó la petición de UGT en el último consejo de administración para tener acceso al documento definitivo. Tampoco se ha dado más conocimiento público del mismo que las "líneas maestras" que mostraron el pasado mes de febrero, a un mes de la fecha límite, y donde aún habían multitud de hilos sueltos y características por concretar.

En San Telmo afirman que este nuevo proyecto, que tiene una altura de 144 metros por los 116 anteriores, y un consgiguiente aumento de edificabilidad, presenta "cambios sustanciales". Los mismos "conllevan con carácter imperativo la necesidad no sólo de resolver la concesión, sino iniciar un nuevo procedimiento de contratación". En este punto señalan que "hay que reseñar especialmente el hecho de que esta modificación sustancial que se intenta permitir hubiera posibilitado que se hubieran presentado más ofertas".

Además, estas modificaciones, "suponen un nuevo procedimiento o innovación del PGOU y Plan Especial del Puerto, lo que se comunicará y advertirá a la Gerencia Municipal de Urbanismo en cuanto a incidencias urbanísticas y medioambientales".

Cabe recordar que, de estar finalizado el informe a Puertos del Estado antes de que acabe el año, será esta entidad la que deberá hacer un nuevo informe que, en caso de ser favorable, sea remitido a Consejo de Ministros, que es quien debe levantar la prohibición de uso hotelero en suelo portuario, si lo estima oportuno, para dar la luz verde definitiva.

Lo que estudian los técnicos del Puerto antes de emitir el primer informe, en cualquier caso, es si el proyecto presentado –"que es muy importante", afirmó Rubio– encaja dentro del planeamiento aprobado, si los números salen positivos al departamento de Finanzas o si está de acuerdo a las declaraciones ambientales aprobadas para la torre del puerto.

Óscar Puente, ministro de Transportes, ya indicó que el mismo no se estudiaría en esa mesa mientras no se resolvieran los dos contenciosos administrativos –uno de la Academia de San Telmo y otro presentado por Defendamos Nuestro Horizonte, plataforma ciudadana–. A esto también se referió el presidente del Puerto, indicando que ya ha ralentizado el proyecto. "Lo sabemos y se trata de esperar", dijo.

Todo esto mientras el proyecto estrella de David Chipperfield para la torre del puerto de Málaga sigue siendo una incógnita casi absoluta siete meses después de que se entregase el documento definitivo a la Autoridad Portuaria. Desde el 6 de febrero de este año, día que se presentaron sus "líneas maestras" a la prensa, no hay ninguna novedad del hotel rascacielos que pretenden levantar en el dique de Levante de Málaga. El único movimiento en torno al edificio, proyectado en 144 metros de altura, fue la presentación del proyecto definitivo ante la Autoridad Portuaria.

No fue hasta final de ese mes cuando el presidente del Puerto, Carlos Rubio, dijo que empezaron a analizarlo en la institución. Un plazo que choca con las estimaciones que ofreció en febrero Jordi Ferrer. El directivo catalán, que también dirige la cadena hotelera Hesperia, apuntó que en un mes estaría analizado el conjunto del proyecto y elevado a Puertos del Estado.

Nada de eso ha ocurrido. El pasado mes de abril Rubio ya negó, junto a José Moyano, director del Puerto, que el plazo de un mes ofrecido por Ferrer fuese un requisito administrativo a cumplir, "en la legalidad no aparece, desconozco el contexto en el que se ofreció [el plazo de un mes por parte de Ferrer], pero ese plazo no está".

Sobre que no se conozca el proyecto completo, como sería lógico seis meses después y habiendo contratado un arquitecto estrella, Rubio precisó que "quien debe darlo a conocer son los promotores".