Málaga

El doctor José Antonio Trujillo: "La OMS ya ha planteado la eliminación del cambio de hora, sería lo más saludable"

El doctor José Antonio Trujillo

El doctor José Antonio Trujillo / Colegio de Médicos

La primavera no solo trae consigo altas temperaturas y más horas de sol, también viene con un regalo sorpresa bajo el brazo. Se trata de los trastornos del sueño y la fatiga, causados por el cambio de horario. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Cómo hacerle frente? Durante el cambio al horario de verano, la secreción de melatonina se ve afectada, lo que dificulta conciliar el sueño y puede hacer que este no sea tan reparador como de costumbre. Este ajuste altera los ritmos circadianos, los cuales regulan funciones vitales como el sueño, la vigilia y la temperatura corporal. Por lo tanto, es común experimentar dificultades para dormirse a la hora habitual o despertarse más temprano de lo deseado debido a cambios en la salida del sol. El doctor José Antonio Trujillo, médico de familia y vicepresidente segundo del Colegio de Médicos de Málaga, ofrece una explicación detallada sobre este fenómeno. 

-¿Podría explicar en primer lugar por qué el cambio de hora puede provocar trastornos del sueño y sensación de cansancio en algunas personas?

-La clave del origen de estos trastornos está en la luz. La hora de exposición a la luz natural es lo que influye en nuestro ciclo del sueño y provoca ciertos desajustes. El sistema nervioso central interpreta si tenemos que estar despiertos o dormidos en función a la luz. Cuando llega la hora de levantarnos, pero fuera sigue estando oscuro, nuestro cuerpo deduce que aún tiene que prolongar el descanso, mientras que al llegar en final del día y todavía haber luz, lo traduce como que tiene que seguir activo y el cuerpo no se prepara para conciliar el sueño.

-Basándose en su experiencia, ¿cuáles son los síntomas más comunes que comunican sus pacientes?

-Pues el síntoma principal se traduce en una astenia, que provoca una sensación de cansancio prolongada y una incapacidad para desempeñar con normalidad las actividades cotidianas. Los síntomas secundarios serían dificultad para conciliar el sueño, y en caso de lograrlo, se trataría de un sueño muy ligero.

-¿Cuánto tiempo suele tardar el cuerpo humano en adaptarse completamente al nuevo horario?

-Este es un trastorno adaptativo. Normalmente el 95% de las personas en tan solo unos días conseguimos adaptarnos, sería el equivalente a tener un jet lag. Sin embargo hay persona más vulnerables, como es el caso de los niños pequeños, los mayores o pacientes que sufren enfermedades crónicas como la diabetes. En esos casos estos trastornos de sueño pueden prolongarse y agravarse.

-Desde una perspectiva médica, ¿qué recomendaciones específicas podría dar para preparar el cuerpo antes del cambio de hora?

-No se puede hacer nada para prevenir estos trastornos, precisamente porque dependemos de la luz natural. La única solución es acostumbrase a mantener unos hábitos de sueño saludables.

-En cuanto a la higiene del sueño, ¿podría detallar qué prácticas son esenciales para mejorar la calidad del sueño?

-Lo primordial es recuperar nuestro biorritmo y adaptarnos a las horas de luz. Esto se consigue combinando varios factores. En primer lugar, el secreto está en mantener hábitos saludables, y enseñar y acostumbrar al cuerpo a acostarse y levantarse a la misma hora. Establecer una rutina es vital para alcanzar una higiene del sueño. Otro punto importante es evitar las comidas copiosas, picantes o que sean difíciles de digerir a la hora de cenar, y reducir la ingesta de alcohol, si es nula mejor. Otro fallo sería el hacer deporte en exceso antes de ir a dormir. Y por último, la exposición a estímulos lumínicos como las pantallas, ya sea móvil o televisión, puede dificultar también a conciliar el sueño adecuadamente

-Para aquellos que sufren de trastornos del sueño crónicos, ¿el cambio de hora podría exacerbar sus condiciones? ¿Qué medidas adicionales deben tomar?

-En estos casos, evidentemente los trastornos de sueño se deben de tratar de forma distinta, en función de las necesidades y patologías del paciente. Se pueden tomar dos medidas; no cambiar ni alterar las dosis de medicación durante esta temporada de adaptación al cambio de hora, que es lo aconsejable, o excepcionalmente, sí hay algunos pacientes que necesitan incrementar más la dosis en esta transición.

-¿Hay algún avance reciente en la investigación sobre el sueño que encuentre particularmente prometedor para tratar los trastornos del sueño?

-Avances en concreto no, pero lo que sí han solicitado las sociedades científicas a la Organización Mundial de la Salud, que a su vez lo ha transmitido al Gobierno, es la posibilidad de unificar el horario, es decir, eliminar el cambio de hora, que sería lo más saludable. El horario más adecuado y con el que nos tendríamos que quedar es el de invierno. Pero claro, también hay otros intereses de por medio, porque el horario de verano es beneficioso para el turismo y la hostelería, y cambiarlo tendría consecuencias económicas.

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