Málaga

El cáncer de mamas aumenta y aparece a edades más tempranas

  • La detección precoz también ha permitido que en un par de décadas se haya incrementado en un 20% -del 50 al 70- la supervivencia de las pacientes

No se sabe por qué y no hay estadísticas locales, pero los médicos lo ven a diario en sus consultas: cada día hay más casos de cáncer de mama y cada vez a edades más tempranas. Quizás influya la dieta, quizás el estrés. Pero son hipótesis. No se sabe con certeza cuál es la causa de ese incremento.

"Lo cierto es que ahora tenemos pacientes de entre 30 y 40 años que antes casi no veíamos", explica el responsable de la Unidad de Mamas del Hospital Clínico, Manuel Molina. En la actualidad se hace más hincapié en la detección precoz y las mujeres se controlan más, pero aún quitando ese sesgo los facultativos insisten en que hay más casos y en pacientes más jóvenes. Molina estima que en las últimas dos décadas, la incidencia de la enfermedad se ha duplicado. Antes, se estimaba que una de cada 20 mujeres padecería un cáncer de mama a lo largo de su vida. Ahora, se calcula que esa proporción ha aumentado a una de cada 10.

Pero hay un dato positivo. También se ha incrementado el índice de supervivencia. A finales de los años 80 se situaba en torno al 50% a los diez años del diagnóstico. En la actualidad, una década después de haber sido diagnosticadas, el 70% de las pacientes está libre de la enfermedad.

"Es una patología que aterra. No sólo por tener un cáncer, sino porque al afectar a la imagen corporal, repercute en las relaciones de pareja y con los demás. Psicológicamente afecta mucho", explica Molina. Por eso, la Unidad de Mamas del Clínico tiene entre sus 15 facultativos a una psicóloga; para atender a aquellas mujeres que necesiten un apoyo especial.

Cada año, el hospital diagnostica cerca de 250 nuevos casos. Todos acaban en el quirófano. En el 70% de las pacientes, se puede hacer una cirugía conservadora de la mama. Esta técnica no sólo tienen menos impacto psicológico porque la mujer mantiene su aspecto físico, sino que además evita complicaciones como dolor o hinchazón (linfedema) en el brazo de la mama operada.

En el 30% de los casos restantes no hay más alternativa que extirpar el pecho (mastectomía) porque el tumor ha alcanzado un mayor tamaño. Para estas pacientes, hay una Unidad de Linfedema a donde son derivadas si tras la operación tienen complicaciones en el brazo. Las enfermas mastectomizadas no sólo se quedan sin su mama; también pierden parte de la piel. Para poder reconstruirle el pecho, en la misma operación en las que se les hace la mastectomía se les coloca una especie de balón desinflado (expansor) que se va llenando de suero en sucesivas consultas. Así se consigue que la piel dé de sí. Cuando se logra el tamaño de la otra mama -pasados cuatro o seis meses-, la paciente entra por segunda vez en el quirófano: entonces, se le retira el expansor y se le coloca una prótesis, igual que si se hubiera sometido a una intervención de cirugía estética.

En la actualidad, la Consejería de Salud hace controles periódicos de esta patología a partir de los 50 años. Los especialistas estiman, sin embargo, que la edad debería rebajarse "por lo menos" a los 45 sobre todo por ese incremento de la enfermedad entre edades más tempranas.

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