La caricatura a través de 150 personajes

El Hospital Real de la Misericordia acoge hasta el 31 de diciembre una exposición del dibujante Agustín Casado. Jesús Gil o la ex alcaldesa, son algunos de los retratados

El caricaturista con algunas de sus obras.
El caricaturista con algunas de sus obras.
Elisa Moreno Marbella

26 de diciembre 2015 - 01:00

Con sus virtudes y sus defectos, la caricatura no deja de ser un retrato en el que exagerar y distorsionar los aspectos físicos de una persona con un objeto puramente humorístico. Y ese sentido del humor es el que ha llevado a Agustín Casado a retratar a 150 personajes del espectro social de la ciudad de Marbella, entre los que se encuentran políticos y notables de la sociedad marbellí, pero también gente de a pie, vecinos anónimos ligados a la vida del dibujante. Así es como aquellos con los que habitualmente toma café casi a diario, el que le vende el tabaco en el estanco, incluso la caricatura de sus hijos, comparten espacio con las de Jesús Gil, Jaime de Mora, Santana, Dani García o Rodrigo Bocanegra, entre otras tantas. "Soy consciente de que no deja de ser una intromisión en algo tan sagrado como la imagen de la gente, y en un género como la caricatura en el que a veces es muy difícil reconocerse", expresa.

Están todos los que son pero no son todos los que están. De hecho, desde que Casado empezó este proyecto allá por el mes de julio, desconocía a cuántos podría llegar a caricaturizar. Pero ahora que sus retratos pueden verse hasta el 31 de diciembre en el Aula Universitaria del Hospital Real de la Misericordia reconoce que su trabajo no acaba aquí sino que continuará con otros tantos muchos personajes del espectro gremial de la ciudad, con lo que cualquiera puede ser presa de su arte. "Al final del proceso de estos cinco o seis meses que he estado dibujando me he dado cuenta de que tengo una deformación, solo veo caricaturas, la pluma es solo el instrumento con el que lo plasmas", explica.

Eso sí, asegura que hay caras más "caricaturizables" que otras. "Algunas salen del tirón, otras tienes que dedicarle un rato", comenta. "La caricatura no deja de ser un retrato de urgencias, se trata de síntesis, por eso una caricatura es mejor si la consigues con menos trazos, se busca lo espontáneo. Otras veces despiezas elemento por elemento (ojos, nariz, boca), pero al final en su conjunto no es", agrega.

Por si fuera poco, el día de la inauguración el artista no dudó en telefonear a los caricaturizados, de los que acudió un buen número que no dudó en tratar de reconocerse a sí mismos y mirar con ojo crítico si ese parecido con el trazo les hacía o no justicia. "Primero se buscan a ellos mismos y luego se establece una especie de juego no convocado, un quién es quién en el que tratan de reconocer al dibujado con la persona física en la sala", señala. "Las mujeres son las que más pegan ponen a sus caricaturas. Eso sí, con las de las demás son más crueles", concluye.

Casado ha trabajado para diferentes editoriales, también ha dibujado en la calle y locutado en radio, pero entre su currículum destaca el hecho de que este figura en el libro Guinness de los Récords al dibujar la tira humorística más larga del mundo.

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