Centro de salud Delicias Málaga

Delicias receta prevención

  • Profesionales del centro de salud ofrecen actividades de taichí, relajación, resucitación cardiopulmonar y hábitos de vida saludables dentro de su jornada de puertas abiertas

Parte de los profesionales del centro de salud Delicias participantes en la jornada de puertas abiertas.

Parte de los profesionales del centro de salud Delicias participantes en la jornada de puertas abiertas. / Antonio Cano

Cada día, el centro de salud de Delicias receta cientos de fármacos a sus pacientes. Pero el pasado miércoles 30 de octubre, organizó una jornada de puertas abiertas para prescribir la mejor medicina y la más barata: prevención. Un fármaco que tiene un claro efecto secundario: ayudar a preservar la salud.

La iniciativa del centro sanitario –ubicado en la zona de Carretera de Cádiz de la capital– congregó a niños y mayores del entorno. Los profesionales estaban entusiasmados. Los usuarios, expectantes. Como Isabel y Paula, dos niñas del cercano colegio Paulo Freire, invitado a participar en la actividad. Se abrazaban a sus ositos de peluche con los que aprendieron a hacer resucitación cardiopulmonar (RCP).

Clase de taichí ofrecida en el centro de salud dentro de la jornada de puertas abiertas. Clase de taichí ofrecida en el centro de salud dentro de la jornada de puertas abiertas.

Clase de taichí ofrecida en el centro de salud dentro de la jornada de puertas abiertas. / Antonio Cano

Eva Pérez es la enfermera que ha coordinado la jornada. “Es una forma de cuidar de la salud promoviendo hábitos saludables”, explicaba. Los niños del colegio llegaron poco después de las 9:00. La maestra, María del Carmen Ledesma, opinaba que la iniciativa era “fantástica”. “Es una manera de potenciar el acercamiento y de quitarles a los niños el susto y el mito que supone un centro de salud. Además, hay temas para trabajar de forma conjunta, como la promoción de hábitos de vida saludable”, comentaba.

La jornada tuvo el apoyo de la Consejería de Salud y la Escuela Andaluza de Salud Pública

Las risas y el bullicio de los niños daban al centro de salud un ambiente diferente al habitual. Aportaban vitalidad, alegría, salud... “Iniciativas como estas son la esencia de nuestro trabajo hacia la comunidad; porque la orientación es hacia la salud, no hacia la enfermedad. Lo que pasa es que esta faceta muchas veces tapa la otra y le dedicamos menos tiempo a prevenir”, argumentaba la enfermera Margarita Sánchez.

La actividad incluyó un taller de RCPpara los alumnos del Paulo Freire. La actividad incluyó un taller de RCPpara los alumnos del Paulo Freire.

La actividad incluyó un taller de RCPpara los alumnos del Paulo Freire. / Antonio Cano

Entre los usuarios que acudieron a las jornadas estaban, entre otras, Josefa Salcedo (81 años), Margarita Blanco (71) y María Luque (75). Esta última daba la clave para, a su edad, no tener muchos achaques: “Hago taichí, manualidades, castañuelas... Hay que tener mucha actividad. Camino mucho y me mantengo muy activa”. Luego bromeaba: “Tengo mucha actividad, pero novio no; no quiero un petardo a mi lado”. Las demás mujeres que aguardaban a que se abriera la veda para el desayuno saludable preparado por los trabajadores del centro de salud estallaban en risas.

Los profesionales organizaron juegos como el 1,2,3 –idea de Irene Valle– para enseñar a los niños hábitos saludables. Para los pequeños, hubo además un taller de RCP en el que debían salvar la vida de sus ositos. A los mayores también les dieron formación en resucitación cardiopulmonar. Y taichí, y relajación, y recomendaciones dietéticas, y consejos para dejar de fumar... Y para todos hubo un desayuno saludable.  

Una profesional pesa a una mujer. Una profesional pesa a una mujer.

Una profesional pesa a una mujer. / Antonio Cano

Ramón Sánchez Garrido y María Guerra, residentes de enfermería, estaban encantados de enseñar RCP, una formación con la que se pueden salvar vidas. “Tenemos mucha ilusión y ganas. Por ayudar al centro de salud y por enseñar a los niños”, explicaba Ramón. Su compañera asentía y compartía el entusiasmo: “Es la primera vez que enseño RCP”.

Miguel Cañada llegaba empujando la silla de ruedas de su madre, a la que traía a hacerse una radiografía y se sorprendía de la actividad. “Me parece una iniciativa estupenda”, opinaba.

Cristóbal Gómez, coordinador de enfermería del centro de salud, se mostraba satisfecho con la implicación de los profesionales en una jornada que era de promoción de la salud y, por añadidura, de la propia atención primaria. Esa asistencia que quizás por que está en el barrio, no se valora lo suficiente, pero que resuelve en torno a un 90% de las patologías de las personas.

En el centro de salud Delicias trabajan medio centenar de profesionales. Todos, de una u otra forma, se involucraron en la iniciativa que contó con el apoyo de la Consejería de Salud y la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).

La jornada estuvo organizada con ilusión. Se notaba en los rostros sonrientes de los profesionales, satisfechos de mostrar la otra cara del centro de salud. La del trabajo no sólo de curar, sino de evitar o retrasar las enfermedades. Sobre las 14:00, la jornada de puertas abiertas se dio por clausurada. Pero, además de los consejos para cuidar y cuidarse, niños y mayores también se llevaron el vínculo con su centro de salud. Ese tan cerca de todos, en la salud y en la enfermedad...

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