Málaga

Los chatarreros hacen su ‘agosto’

  • Recomiendan no tocar los desperfectos hasta que no sea peritada la zona para evaluar daño

Los afectados evaluaban sus daños y se lamentaban por lo ocurrido. Los bomberos no daban abasto de un edificio a otro, de una zona a otra de la capital. Los servicios de limpieza tampoco, porque el tornado dejó la mayoría de calles por las que pasó intransitables. Los políticos se afanaban por visitar todos los núcleos afectados. Y mientras, ya había quien estaba recogiendo chatarra para hacer negocio.

Apenas había escampado, la misma madrugada del domingo, y los chatarreros ya estaban manos a la obra. “La cosa con la crisis está muy mala”, decían. “Chiquillo, que os puede caer algo en la cabeza”, reprochaba un vecino en Nuevo San Andrés. Ayer, distintos chatarreros, con más o menos infraestructura, se dejaron ver por las zonas afectadas. Había quien cargaba trastos de uno en uno y se los llevaba. Otros con carros de la compra e incluso con la típica furgoneta que utilizan los del gremio.

En los lugares que deben ser peritados para evaluar daños, los técnicos recomiendan que no se toque nada hasta que algún responsable de la compañía de seguro competente acuda. Es el caso, por ejemplo, de la bolera de la avenida de Juan XXIII. Ayer, mientras algunos de sus socios visitaban la instalación por primera vez tras el tornado, un chatarrero aparcaba en la misma puerta y empieza a cargar hierros amontonados en el suelo.

“Para hombre, que los del seguro tienen que venir a ver los daños”. Sin más problemas, el chatarrero se detuvo a la espera de nueva orden. En el entorno de Avenida de Europa, donde se amontonaban numerosos cierres, sí encontraron carta blanca. Los precedentes del mercado de Atarazanas dejan patente que los chatarreros serían capaces de limpiar de hierros todo, en horas.

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