Chiquito de la Calzada, figura emblemática de la fértil conexión entre humor y flamenco
Charla dentro de la segunda edición de 'Fistrosofía', jornadas de estudio y pensamiento en torno a su figura
Chiquito, la gloria de un torpedo
Chiquito de la Calzada es probablemente la figura más representativa de la fértil conexión que durante la historia ha existido entre el humor y el flamenco, según Natalia Meléndez, investigadora del humor y profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga. "Casi siempre nos centramos en la parte trágica y jonda del flamenco, pero también tiene mucha guasa", afirma en una entrevista con EFE Meléndez, que este jueves participa en Málaga en una charla dentro de la segunda edición de 'Fistrosofía: Jornadas de estudio y pensamiento en torno a la figura de Chiquito de la Calzada', incluida en la programación del festival Moments. Ha recordado a "clásicos" como Pepe Da Rosa y sus discos de sevillanas con letras humorísticas o Emilio el Moro, "que empezó cantando serio, pero creó un personaje que hacía cantes con letras satíricas". Así se llega a momentos "míticos" como el personaje de Paca de Carmona, "quizás el mejor 'sketch' de Martes y Trece, imitando 'Cantares', el programa de flamenco de Lauren Postigo, que ellos convirtieron en Lauren Castigo".
Por su parte, otro dúo, Cruz y Raya, "tenía un personaje recurrente, Canduterio, que era un cantaor de flamenco al que ponían a dar clase a extranjeros", y Los Morancos "salieron por primera vez en televisión en el programa de fin de año 'Viva 85' como dos guiris que cantaban flamenco en inglés", resalta.
'Fistrosofía' nació el año pasado para poner de relieve cómo Chiquito de la Calzada "pervive en la memoria colectiva", pese a su fallecimiento en 2017, desde su irrupción para el gran público, "cuando la televisión se veía todavía en familia, en los inicios de las cadenas privadas en los 90, y no existía el consumo individual de ahora".
Chiquito de la Calzada desarrolló la primera parte de su carrera como cantaor, una faceta en la que no fue conocido más allá del ámbito local, y el salto llegó "cuando el artista ya tenía 63 años y fue descubierto por el productor Tomás Summers para el programa de televisión 'Genio y figura'". "Chiquito es la excusa para hablar de humor y flamenco. Él trascendió mucho, pero hay otros cantaores que tenían un perfil similar, o casos como el de los Hermanos Calatrava, un dúo que cantaba, pero uno de ellos tuvo un día un problema de afonía y tuvieron que cambiar el número y contar un chiste", apunta Meléndez. Se trata de "una herencia que continúa", porque actualmente existen ejemplos como el de Pepe El Caja, "que cambia las letras o cuenta chistes con alegrías de fondo", o el Comandante Lara, "un gran entendido, que canta muy bien las saetas y ha llevado la canción de 'Doraemon' al flamenco".
Por su parte, Chiquito innovó en su segunda faceta con "un humor bastante surrealista, que trascendió fuera de las fronteras de Málaga". "A la gente de Málaga no le sorprendía tanto su vocabulario o su forma de hablar, porque entre los mayores hay gente que se expresa así. Lo primero curioso es que gustara fuera de lo local y el consenso que generó, ya que fue una de las personas más queridas de España y se metió en el bolsillo a todo el mundo". "Chiquito gustó a gente de todas las generaciones y orígenes, sus frases las repetía España entera y además creó todo un universo de 'merchandising', con envoltorios de chicles o tazos que regalaban en los paquetes de patatas fritas".
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