Que la línea recta no es siempre el camino más corto hacia el destino deseado es algo que, más o menos, a todo el mundo le resulta ya evidente. Las matemáticas no siempre acompañan. En la candidatura de Málaga a organizar la Exposición Internacional 2027 debieron pensar algo similar a la hora de diseñar el pabellón que deberá acoger el evento en caso de que la ciudad sea la elegida entre las cinco que compiten. 

Ya podemos saber que la idea fue un éxito, a menos a ojos del comité evaluador de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE, por sus siglas en francés) que ha estado de visita en Málaga esta semana pasada. Alain Berger, presidente de la misión de encuesta, "el concepto del anillo es una idea excelente, porque esta forma circular hace que los trayectos entre los distintos puntos sean relativamente corto". 

Aunque no sólo destacó el anillo, también la forma de integrar la naturaleza en su interior, con un pequeño río fluyendo transversalmente por la Exposición. Detrás de esta idea está la intención de adoptar criterios de sostenibilidad en cuanto a la intervención de urbanización y la propuesta arquitectónica. Todo ello, manteniendo lo máximo posible el paisaje natural heredado.

Este no fue el único de los planteamientos estudiados durante el proceso de construcción de la candidatura, sino que se estudiaron dos tipos de propuestas, las lineales y las circulares. Al final, según el dossier de la candidatura, se optó por un anillo por varios motivos. El primero, que las propuestas lineales marcaban un recorrido de ida y vuelta y no facilitaba la conexión entre los puntos más lejanos. Por otro lado, la posibilidad de tener una visión en 360 grados del recinto y que permite rodear "los puntos de interés de la parcela: acequias, aljibes, arroyo...".

Distintos planos estudiados para el diseño de la Expo, al final, ganó el anillo.

Entre las cinco propuestas no es la única que tiene proyecta una exposición circular. Tanto las propuestas de Serbia como la de Estados Unidos se basan en el plano ortogonal para darle forma a sus Exposiciones. Por otro lado, Tailandia, deja una mancha irregular con distintos edificios rodeados por frondosa naturaleza tropical. En el caso de San Carlos de Bariloche, en Argentina, la estructura es similar a la malagueña; pero su figura cuenta con formas redondeadas pero imperfectas, sin seguir la perfección de los anillos concéntricos. 

Esta estructura recuerda poderosamente al Apple Park en Cupertino –la sede de Apple en California–, diseñada por el equipo de Norman Foster. No sólo por ser una serie de anillos superpuestos sino también por la presencia de naturaleza en el interior de la circunferencia que dibujan los edificios. Sin embargo, en el Plan Maestro se señalan otras referencias para el edificio: el Centro internacional de innovación deportiva de José María Sánchez García, el Memorial de la primera guerra mundial de P. Prost, el Parque de Suimei de SANAA, la Badaevskiy Brewery de Herzog y De Meuron o el Zaryadye Park de Scofidio.

Los límites de la Expo dibujados sobre los terrenos de Buenavista a vista de pájaro.

Se trata de adoptar la “levedad” (recordando a Italo Calvino en sus “Seis propuestas para el próximo milenio”) como modo de intervención con el enfoque de sostenibilidad que alienta el proyecto. Esto es, buscando generar menor impacto por transformación y movimiento de tierra, generación de residuos, etc. y, a su vez, mayor flexibilidad en la edificación, con capacidad de adaptación a posibles cambios funcionales futuros, explican en el dossier.

Pero el parecido con el edificio de Foster llega también a sus dimensiones, si el Apple Park se extiende sobre 26 hectáreas en California, la Expo se desarrolla sobre 25, si bien es cierto que es la extensión máxima permitida por el BIE. Como intervención global, en Málaga, se prevé la plantación y generación de un gran bosque urbano mediante la forestación de 223.000 metros cuadrados, mientras que Apple habla de 46 hectáreas de campo. En el mismo dossier se explica que parte de California comparte clima con Málaga, por lo que es posible que hasta coincidan la vegetación que dé vida a ambos espacios.