El colapso judicial deja sin tramitar mil causas mercantiles

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El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga, el primero de esta jurisdicción creado en la provincia, ha acumulado durante los últimos dos años un millar de asuntos que no han podido ser aún tramitados como consecuencia del tremendo colapso que padece.

El magistrado cordobés Antonio Fuentes Bujalance, que se incorporó como titular de este juzgado el pasado 13 de octubre, reconoce que se trata de 1.000 procedimientos "que no se han podido tocar" desde que tuvieron entrada, muchos de ellos a comienzos de 2008. Todas las causas se refieren a asuntos mercantiles no concursales. Esto no significa, sin embargo, que no se refieran a cuestiones de vida o muerte para empresas. Fuentes admite que hay "cientos y cientos" de reclamaciones de cantidades contra administradores de pequeñas empresas.

En estos casos se trata de pymes que por circunstancias diversas no han podido atender sus compromisos de pago y, al carecer de recursos propios, los proveedores y acreedores han demandado a sus responsables con el fin de embargarles el patrimonio personal, ya sea la vivienda o cualquier otro bien suceptible de satisfacer las deudas. En definitiva, de la tramitación de estas causas judiciales acumuladas depende la "viabilidad de muchas empresas y el mantenimiento de muchos puestos de trabajo", resalta el titular del juzgado.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acaba de nombrar un magistrado de refuerzo para el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga que se incorporará en breve. En principio está previsto que se ocupe de las causas judiciales pendientes de tramitación. Para agilizar al máximo la bolsa, el flamante titular ha dispuesto que se empiecen a señalar ya las vistas de los procedimientos atrasados para los próximos tres meses, de modo que cuando el nuevo juez llegue pueda empezar de forma inmediata a resolver.

Sin embargo, la solución es sólo parcial porque el juzgado no contará con personal de refuerzo. "Necesitamos un secretario más, porque la actual secretaria no puede estar en la sala de vistas los cinco días de la semana y abandonar el resto de sus ocupaciones", argumenta Antonio Fuentes Bujalance. "Y también necesitamos funcionarios porque cuando los dos jueces empecemos a dictar resoluciones se generará mucho papel" indica, en alusión a la tramitación de los procedimientos y la notificación a las partes. "Y maldita la gracia hacer un juicio rápido, poner una solución rápida y luego que se tarde seis meses porque el funcionario no puede con el volumen de trabajo".

La solución para el magistrado Fuentes Bujalance pasa, estrictamente, por la creación de dos juzgados de lo mercantil más en Málaga y de un bis para afrontar de una vez el colapso que sufre el primer juzgado de esta jurisdicción. Crear un juzgado bis significa tener un juez, pero también un nuevo secretario y toda una plantilla de trabajadores que permitan desatascar el colapso histórico de este órgano que en la actualidad tiene 2.500 procedimientos vivos, de los que unos 300 son concursos de acreedores.

El Consejo General del Poder Judicial estimó a finales de 2008 que era necesario impulsar un bis, sin embargo, al crearse el Juzgado de lo Mercantil número 2, en abril de este año, echó el freno y dio marcha atrás. Sin embargo, el nuevo juzgado está ya colapsado con un centenar de procedimientos concursales en marcha y su actividad apenas si ha tenido capacidad para mejorar la salud del primero.

A este panorama se suma la falta de funcionarios. Actualmente la plantilla de Mercantil 1 está conformada por siete funcionarios de tramitación, pero todos son interinos puesto que los tres titulares que había pidieron en bloque el traslado a Mercantil 2.

La cobertura de las bajas dejadas por estos tres funcionarios titulares, que se ocupaban en exclusiva de tramitar los concursos de acreedores al ser los más experimentados, ha paralizado la tramitación durante un mes, periodo que ha necesitado la Junta para gestionar las sustituciones a pesar de los requerimientos del magistrado para que se acelerara la contratación de un personal que, además, arrastra el handicap de la falta de experiencia. "Son trabajadores inexpertos en materia mercantil, no tienen agilidad, alguno casi no sabe utilizar el Adriano, que es el sistema informático que se utiliza en los juzgados, para dar un paso en un proceso tienen que preguntar tres veces y todo esto ralentiza el trabajo", agrega Antonio Fuentes.