Con el colegio y el instituto separados por kilómetros

Carmen tiene a sus hijas en el CEIP Adelaida de la Calle, un centro adscrito a un instituto a un par de kilómetros de casa En dos años no podrá conciliar

Carmen Ortega con el presidente del AMPA de este centro ubicado en la barriada Soliva.
Carmen Ortega con el presidente del AMPA de este centro ubicado en la barriada Soliva.
Cristina Fernández Málaga

31 de mayo 2015 - 01:00

Todavía faltan dos cursos, pero Carmen Ortega ya le ve las orejas al lobo y su preocupación se acrecienta. Cuando su hija mayor deje el CEIP Rectora Adelaida de la Calle, junto a la barriada de Soliva, tendrá que trasladarse hasta la zona del Atabal, en otro distrito y a un par de kilómetros de su casa. El colegio, aunque tiene a un par de manzanas el Torre Atalaya, no está adscrito a este centro -al que llegan los alumnos de los colegios Pintor Félix Revello de Toro y Tierno Galván- sino al IES Universidad Laboral. Eso supondrá un gran escollo a su conciliación con la vida laboral. Dos horarios, dos centros bastante distantes y una niña de 12 años tan alejada de casa que no se atreve a que haga el camino de ida y vuelta sola.

Su problema no es algo aislado. Es el mismo de muchas familias del distrito de Teatinos. En la zona de escolarización se realizaron cuatro nuevos colegios de Infantil y Primaria, pero sólo se construyó un instituto. Para el próximo curso, el IES Torre Atalaya ha ofertado siete líneas de 1º de ESO y nieve el Universidad Laboral, cifras que dan cuenta de la saturación de dichos centros.

Pero es que Carmen se queja de que su hija mayor tuvo que pasar dos años en unos barracones instalados de manera provisional en el patio del CEIP Tierno Galván porque aún no estaba construido el colegio en la zona de Soliva. Una vez que se éste se levantó, pasó a su hija con la intención de mejorar su calidad educativa y de huir de un centro que estaba, según dice, "saturado de alumnos, queríamos un colegio que no estuviese masificado, estábamos de prestado, dos años en prefabricadas, compartiendo un patio con los mayores, sin sitio ni para formar una fila". Pero Carmen Ortega supuso que "íbamos a estar adscritos al instituto del barrio, no me podía imaginar que el problema se me iba a repetir en pocos años", agrega.

También apunta esta madre que el anterior delegado de Educación le confirmó en 2010 que cercano al colegio se iba a construir un instituto. Pero no hay ni rastro de dicha infraestructura. De hecho, el que se está solicitando en el distrito -del que esperan se publique la licitación del proyecto en breve- servirá para dar cabida a los alumnos de Teatinos oriental. "Si llego a saber esto me hubiera pensado quedarme en el Tierno Galván, porque ahora tengo un problema, y lo que me da rabia es que haya colegios públicos de primera y otros de segunda, por qué mi hija no puede tener las mismas posibilidades que alumnos de otros colegios que se quedan en el instituto de al lado", protesta Carmen.

"A niños de 12 años los tratan como a adultos, si necesitas trabajar antes no tienen aula matinal y los tienes que dejar en la puerta y si salen antes de que llegues, ¿qué hacemos? Mi hija no puede ir sola a un instituto que está a dos kilómetros", agrega. Eduardo Guzmán, presidente del AMPA del CEIP Rectora Adelaida de la Calle subraya su colegio no estaría adscrito al nuevo instituto planeado en el distrito y que seguirían teniendo que trasladarse hasta la Universidad Laboral. Por ello, llevan ya más de un año solicitando una reunión con la delegada de Educación para tratar este asunto, además de otros que competen directamente al colegio, como el trabajo por proyectos. "Estamos recogiendo solicitudes de padres para que nos reciba", demanda Guzmán sin respuesta, de momento.

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