Adiós al paraguas y a la manga. La borrasca Óscar, que este jueves todavía deja lluvias en la provincia de Málaga, se alejará en cuestión de horas y dejará paso a un fin de semana ya veraniego. Se alejará todo atisbo de precipitación y las temperaturas subirán de forma notable.

Eso será a partir del sábado, porque este jueves un nuevo frente va a cruzar la provincia de Málaga, dejando a su paso precipitaciones en general débiles. Lo más importante se espera en la comarca de Antequera, donde la Agencia Estatal de Meteorología ha activado el aviso amarillo hasta las 18:00 horas ante el riesgo de fuertes lluvias que puedan llegar a los 15 litros por metro cuadrado en una hora, con posibilidad de tormenta. Más allá de eso, Meteorología no contempla que se vayan a recoger cantidades significativas.

Para el viernes todavía puede quedar algún resto de precipitación, especialmente en puntos del interior de la provincia, según explica el director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, que precisa que los chubascos podrían alcanzar zonas de costa en el litoral occidental pero de manera débil. En la segunda mitad del viernes, la borrasca Óscar ya se aleja y apenas afectará a la provincia malagueña, dando paso a un fin de semana sin lluvias y con una subida de las temperaturas.

Así, el meteorólogo avanza que el fin de semana el tiempo en la provincia estará marcado por los vientos secos de poniente que, aunque aún no se pueden determinar como terral, sí subirán los termómetros hasta los 30 grados en la capital, con mínimas que se situarán en torno a los 20 grados. También el interior rondará esa marca. Es decir, llegarán las temperaturas más propias de junio.

Riesco reconoce que estando ya en junio "es muy difícil que venga otra borrasca como hemos tenido hasta ahora". De momento, el calor seguirá, al menos, hasta la primera mitad de la semana que viene cuando incluso se podría llegar a los 32 grados.