Los concertados abren el curso con una petición de diálogo con la administración

R. L. Málaga

11 de septiembre 2014 - 01:00

Escuelas Católicas de Andalucía (ECA), organización patronal que aglutina a la mayoría de los titulares de los centros educativos católicos de la comunidad, comenzó ayer el nuevo curso escolar pidiendo diálogo a las administraciones para evitar que sus diferencias políticas las paguen los alumnos y las familias andaluzas en las aulas.

Sin incidencias y con total normalidad ingresaron los 225.000 alumnos de los 413 centros con que cuenta ECA en toda Andalucía, que son atendidos por más de 13.000 profesores, a los que hay que sumar otros 3.000 empleados no docentes. "El curso llega marcado por la aplicación de la Lomce y las dificultades de la Junta a su desarrollo, lo que ha generado preocupación entre los padres y en los propios colegios, que han tenido que hacer un esfuerzo por adaptarse a los nuevos cambios a última hora", explicaron desde la organización.

El secretario autonómico de Escuelas Católicas, Carlos Ruiz, pidió diálogo y sentido común a ambas administraciones públicas, Gobierno central y Junta de Andalucía, "para evitar que sus batallas políticas se diriman en las aulas andaluzas, donde la verdadera guerra se debe librar contra los terribles resultados en los informes PISA o en el fracaso escolar. Todo lo demás es crear nuevos problemas en lugar de ofrecer soluciones, que es lo que necesitan los ciudadanos".

En ese sentido, Ruiz mostró su "perplejidad" porque tanto la presidenta de la Junta de Andalucía como su consejero de Educación, cumplan ya un año en el cargo sin haber recibido a este colectivo.

stats