Condenada por agredir a un policía de Torremolinos al exigir la liberación de su novio, detenido tras maltratarla

Irrumpió en la Comisaría de la Policía Nacional de Torremolinos, visiblemente alterada y exigiendo la liberación de su pareja, que permanecía detenido por supuestos malos tratos hacia ella. El altercado acabaría derivando en una condena por resistencia a la autoridad y lesiones leves. Cuatro años después, el caso ha llegado al Tribunal Supremo, que ha reducido a dos meses la pena de prisión de la mujer.

Ocurrió en marzo de 2021. El novio de la acusada había sido arrestado como presunto responsable de un delito de violencia de género. Ella se dirigió a dependencias policiales para pedirle a los agentes que lo dejaran en libertad, pero le indicaron entonces que no podría verlo hasta que pasara a disposición judicial. Ignorando estas instrucciones, la mujer la emprendió a golpes con las mamparas de seguridad, insultó a los funcionarios y los increpó, para acabar lanzando plátanos podridos por unas escaleras del edificio. Los insultos vertidos se mezclaban con amenazas y advertencias sobre supuestas represalias, según la resolución judicial.

Los policías trataron de calmar a la procesada, pero fracasaron. Al intentar acompañarla a la salida, también opuso resistencia. En el forcejeo, los agentes sufrieron erosiones leves en las manos y su uniforme acabó desharrapado. "Me estás pegando, eres un maltratador", acusaba a uno de los policías, que decidió regresar a su puesto. La mujer "reapareció", advirtiéndole de que iba a hacerle "brujería", mientras sacaba de su bolso fruta podrida y la arrojaba por las escaleras de la Comisaría. El investigador le afirmó entonces que, si seguía alterando el orden, "persistía en su actitud y no obedecía sus órdenes" terminaría detenida. Según el fallo, la acusada, "persistió en su actitud de desprecio por el principio de autoridad y comenzó a gritar en la calle, tratando de intimidar al funcionario". "Sois unos perros, no sabéis lo que os va a pasar, te van a pegar dos tiros", apostillaba.

Los peritos que evaluaron su conducta determinaron que la mujer padecía una enfermedad mental. Su condición fue tenida en cuenta en todo el proceso judicial, configurando la aplicación de la eximente incompleta de alteración psíquica.

El Juzgado de lo Penal número 11 de Málaga condenó a la acusada en 2022 a nueve meses de prisión, un mes de multa y una medida de internamiento psiquiátrico de nueve meses, además de la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena. La Audiencia Provincial de Málaga confirmó la sentencia.

Posteriormente, la defensa presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, alegando vulneración del derecho a la presunción de inocencia y error en la aplicación de la eximente completa por trastorno mental. El Ministerio Fiscal apoyó parcialmente la segunda alegación.

El Tribunal Supremo, por su parte, confirmó la responsabilidad de la acusada por los delitos de resistencia y lesiones leves, manteniendo la medida de internamiento psiquiátrico para su tratamiento. La Sala recordó que, aunque la enfermedad mental limitaba sus facultades, no anulaba su capacidad de comprender y actuar, por lo que la eximente aplicable era incompleta.

Además, el magistrado revisó la graduación de la pena, ajustando las sanciones a los criterios legales establecidos y declarando de oficio las costas procesales. La sentencia es definitiva y no admite recurso.