El conductor que entró en Larios reconoce que no tomó su medicación

El hombre explicó a la Policía que sufre esquizofrenia y que oía una voz que le decía: "Déjate llevar"

Varios policías rodean el vehículo que entró en calle Larios. / M. H.
Celina Clavijo

Málaga, 08 de junio 2017 - 02:06

Quedó en una anécdota, aunque lo suficientemente llamativa como para alarmar a vecinos y comerciantes de la zona. "La gente no se acercaba al coche por miedo. Querían que se lo llevaran ya", explicó la trabajadora de una zapatería. El conductor de 39 años que ayer invadió calle Larios aseguró a la Policía Local que llevaba un par de semanas sin tomar la medicación para tratar la esquizofrenia que, dijo, padece. Según su testimonio, accedió a la céntrica vía peatonal, en la que está prohibido el paso de vehículos desde hace 15 años, mientras oía la voz de un "espíritu libre" que le indicaba: "Déjate llevar y sigue adelante".

Fue en torno a las 13:00 cuando el individuo, que conducía un Kia con matrícula de Madrid y que había entrado desde calle Especerías, continuó por la plaza de la Constitución y se detuvo a la altura de varios agentes que le dieron el alto y que ya sospecharon que podría tener sus facultades mentales mermadas. El automóvil quedó parado en la parte central de la principal arteria del centro, entre la farmacia Mata y la heladería Casa Mira. Un empleado de este negocio había salido a tirar la basura cuando se topó con la escena y observó que varios transeúntes "se daban la vuelta en lugar de seguir recto". En un primer momento, pensó que el conductor, que no causó daños ni provocó tampoco ningún herido, era un turista que "había dejado el coche para hacer unas compras".

Comerciantes destacan que muchos extranjeros acceden por despiste fácilmente

Con "cierto recelo", las trabajadoras de una cafetería próxima se plantearon cerrar la terraza al comprobar que una decena de policías rodeaban un vehículo. "No sabíamos lo que pasaba. La gente miraba pero de lejos. El que conoce esta calle sabe que es peatonal", resaltó una camarera.

Quien sí se percató de que un automóvil llegaba desde la plaza de la Constitución es el responsable de un kiosco de prensa, que se mostró poco sorprendido dado que "muchos extranjeros" se despistan y se adentran en la zona sin saber que es peatonal. Los vecinos que en ese momento paseaban lo hacían por los laterales.

El dueño del vehículo, que retiró la grúa municipal, fue trasladado a dependencias del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) de la Policía. Dio negativo en el test de alcohol y droga que se le practicó. El detenido, al que desplazaron al Hospital Civil, agradeció a los efectivos que le hubieran "salvado la vida", según fuentes policiales.

El incidente trajo al recuerdo el atropello múltiple que protagonizó el conductor kamikaze que el 30 de agosto de 2008 irrumpió con su vehículo en calle Larios y dejó a su paso cinco heridos graves. Tras celebrarse el juicio, en el que manifestó que quería matarse y, antes de hacerlo, también "hacer daño", fue condenado a 37 años de prisión por cinco delitos de intento de asesinato.

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