Confunde con un ladrón a su casero, que entró sin permiso, lo ataca con un cuchillo en Málaga y le rompe varios huesos
La Audiencia provincial reduce la pena de prisión a seis meses al agresor, hermano del inquilino, que interpretó que había sufrido un asalto
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Imagine la escena. Son las diez menos cuarto de la noche y está pasando unos días de vacaciones en casa de su hermano en Málaga. El crujido de una llave rompe el silencio. Un intruso irrumpe en el interior. El inquilino, receloso, reacciona a golpes con el misterioso hombre que, sin beneplácito, ha rebasado la entrada de la vivienda. Cuchillo en mano, trata de defenderse, convencido de que está siendo víctima de un robo, y le ataca, rompiéndole varios huesos nasales y provocándole erosiones por todo el cuerpo. Pero aquel extraño ni era un desconocido, ni pretendía perpetrar un asalto. Había sido una confusión. Se trataba del casero, que accedió sin previo aviso del arrendatario, con quien tenía firmado un contrato de alquiler, “sin reservarse ningún derecho de uso” del inmueble. El agresor fue condenado a dos años de prisión. Ahora, la Audiencia provincial ha rebajado la pena a seis meses.
Los hechos se remontan a marzo de 2023. Según se declara probado en la sentencia, un familiar del inquilino se encontraba en la vivienda cuando una persona entró de forma sorpresiva. El individuo interpretó que iba a sufrir un atraco y no dudó en defenderse. Cogió un cuchillo y se dirigió hacia el supuesto ladrón, al que, con la empuñadura, le golpeó en las costillas y en la nariz, le propinó un mordisco en el pezón izquierdo, así como varios puñetazos en la cara. Al mismo tiempo lo agarró del cuello y, mientras esgrimía el arma, lo amenazaba de muerte.
El propietario de la vivienda sufrió varias fracturas de huesos nasales y varias lesiones. Para su curación necesitó, además de una primera asistencia facultativa, puntos de sutura y una inmovilización con férula.
Tas poner el asunto en manos de la Justicia, el Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga condenó al familiar como responsable de un delito de lesiones con instrumento peligroso a dos años de prisión. El juez le obligaba también a indemnizar al arrendador agredido por las lesiones y secuelas sufridas. La Audiencia Provincial ha estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la defensa del agresor, al apreciar la concurrencia de la eximente incompleta de legítima defensa, y acuerda reducir la pena de prisión a seis meses.
“En el contrato firmado por las partes no se pactó que el arrendador pudiera entrar en la vivienda sin previo aviso o autorización del arrendatario. El casero cedió la posesión de la vivienda al inquilino, sin reservarse ningún derecho de uso sobre la misma”, explica Fran Peláez, socio director de Peláez Ruiz Abogados, que defiende que, como recoge el Tribunal en su resolución, la entrada no autorizada en la vivienda del propietario “sin duda, cogió por sorpresa al acusado, quien debió de sentirse agredido”.
En cuanto a la defensa planteada por el agresor ante la sorpresiva entrada de un tercero en su vivienda, el letrado sostiene que la reacción de autodefensa advertida “ha de ser racional y proporcionada a la agresión”. En este caso, según la Audiencia Provincial de Málaga, existe una “falta de proporcionalidad entre la agresión y los medios empleados para la defensa”.
Asimismo, el despacho de abogados recalca que la “creciente alarma social en torno a robos y la ocupación ilegal de viviendas ha creado un clima de tensión y desconfianza”. “Una entrada inesperada a un domicilio puede ser interpretada como una amenaza inmediata”, apostilla.
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