Málaga

El cónsul de Ucrania en Barcelona: "Nuestros antepasados diplomáticos no hubieran creído que no valdría con bailar y comer"

  • Cónsules y expertos en Relaciones Internacionales debaten sobre los nuevos retos a los que se enfrenta la actividad

  • El Aula de Mecenazgo ha celebrado hoy el primer acto de su programación de 2022

Mesa redonda en la Facultad de Derecho organizada por el Aula de Mecenazgo.

Mesa redonda en la Facultad de Derecho organizada por el Aula de Mecenazgo. / (Málaga)

La Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga (UMA) ha vivido este jueves un encuentro de categoría, con representantes consulares como el cónsul honorífico de Ucrania en Barcelona Artem Vorobyov, en el que ha tenido lugar una mesa redonda y un posterior coloquio para poner sobre el papel los nuevos retos a los que se enfrenta el mundo de las Relaciones Internacionales. “Cualquiera de nuestros antepasados no se hubiera creído que a los diplomáticos del siglo XXI no les iba a servir con bailar bien y comer” declaró Vorobyov en tono simpático.

El encuentro conforma la primera actividad del programa del Aula de Mecenazgo del Cuerpo Consular en Málaga en 2022. Magdalena Martín, directora de la identidad y catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad de Málaga ha sido la encargada de moderar el encuentro que estuvo presentado por Alberto Benito, cónsul honorario de Armenia. 

Los invitados a este encuentro marcaban la calidad de la actividad.  Además del ucraniano, se contó con la presencia de  Luis González Vayá subdirector general de Protección y Asistencia Consular del Ministerio de Asuntos Exteriores y Unión Europea. La segunda intervención corrió a cargo de Arturo Pérez Martínez, embajador de España y miembro del Consejo Académico de la Real Academia de la Diplomacia. El catedrático de Derecho Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Sevilla, Pablo Antonio Fernández Sánchez completó el elenco.

Arrojar luz en “la diversificación que están experimentando las funciones del cuerpo consular para atender a las necesidades de sus usuarios en un mundo marcado por la digitalización”, este era el objetivo del coloquio y así se titulaba el encuentro. De esta forma, el debate ha sido candente en todo momento y los asistentes, la mayoría personalidades dedicadas a la diplomacia, han podido trasladar sus inquietudes.

Durante el encuentro se han tratado temas de interés como la diferencia entre cónsul y cónsul honorario, una lección que ha estado a cargo González. Se ha puesto el foco en las complicaciones a la que se encuentran los cónsules a la hora de proteger a sus ciudadanos cuando se necesita una gran seguridad en las embajadas por la agitación del país.” En países como Libia tratamos de paliar los efectos usando internet, pero somos conscientes de que la herramienta no funciona igual”, indicaba Fernández.

En el plano de la transición de la actividad consular en el siglo XIX, los expertos han coincidido en que todo cambió en la Unión Europea con el Tratado de Maastricht. Entre los factores enumerados que han provocado estos cambios se encontraba la superación de las fronteras nacionales tanto por personas como empresas, las crisis económicas, sanitarias y sociales. Concretamente en el caso de España explicaba que “les ha ocurrido que los movimientos consulares del país han cambiado cuando la migración cambió el signo: era un país de emigración y ahora lo es de inmigración, algo que ha condicionado profundamente la actividad”, explicaba Fernández. "Proteger y representar, habría que quedarse con esto siempre”. Así concluyó Pérez esta parte del debate. 

La lección ha adquirido un señalado carácter de actualidad con la intervención de Artem Vorobyov, el cual ha dedicado su intervención a las nuevas funciones consulares en el caso de un conflicto bélico. Sin precedentes, se ha referido a la invasión de su país: “Las funciones de un consulado quedan totalmente regladas, pero la realidad supera la norma en muchas ocasiones. Esto se ensancha si añadimos un conflicto armado. El personal está acatando desafíos sin precedentes como el aumento exponencial de personas que se marchan a diario”.

El diplomático ha explicado que el trabajo consular se ha multiplicado por 10 en días. “Hemos incorporado en las embajadas y consulados a voluntarios con cierta trayectoria para que ayuden a estas funciones”. Así mismo, ha explicado que en primer lugar tuvieron que hacerle frente a las necesidades de los ucranianos que quedaron atrapados en España, porque estaban aquí de vacaciones o por trabajo, tras el cierre del espacio aéreo. “Después se fueron sucediendo otros retos como el hacerle frente a gestionar la llegada de refugiados en la Unión Europea, cuyas fronteras se han abierto sin formalidades para mejorar la circulación, o a la ola de solidaridad que se recibió por parte de todos los estados”.

Durante esta tarde se celebrará la segunda de las actividades programadas por el Aula de Mecenazgo. De esta forma, tendrá lugar un acto conmemorativo del aniversario de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

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