"No me creo que haya estado viviendo puerta con puerta con un posible asesino"

Una urbanización tranquila, donde nunca pasa nada. Así definían los vecinos de la urbanización Fontana Beach, ubicada la zona de Riviera del Sol en Mijas costa, su lugar de residencia. Sin embargo, este complejo de apartamentos en régimen de alquiler vio ayer rota su tranquilidad cuando conocieron que uno de los vecinos del bloque fue detenido el viernes por la tarde como presunto autor de los asesinatos de dos mujeres sucedidos este verano en Mijas y en San Pedro Alcántara, respectivamente.

Los residentes de Riviera del Sol se mostraron consternados por el suceso, puesto que afirmaron que se trataba de una zona "muy tranquila" donde habitan vecinos de varias nacionalidades de forma "pacífica".

Algunos vecinos relataron que el detenido convivía en un apartamento de la tercera planta del edificio con una mujer joven. "Sabemos quién es porque es un hombre de complexión fuerte, rapado y ojos claros. Nos lo hemos cruzado varias veces por el edificio, pero no hemos hablado nunca con él ni con la mujer. No cruzamos ni saludos", explicó una residente.

De hecho, los pocos vecinos que se acercaron al lugar detallaron que nunca habían tenido trato con él, aunque lo habían visto en varias ocasiones en la piscina del complejo a lo largo de este verano.

"Estamos sorprendidos porque parecía un hombre tranquilo. Por lo menos nunca había dado ningún problema aquí", añadó la residente, la cual también apuntó a que el sospechoso se había mudado hace pocos meses a la urbanización, más concretamente antes del verano.

"No me puedo creer que haya podido estar viviendo puerta con puerta con un posible asesino. Es increíble", añadió otra mujer muy nerviosa, ya que vivía justo en la planta de abajo del presunto autor de los crímenes.

Pasadas las 13:00 de la tarde el detenido salió con la cara tapada del edificio escoltado por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil tras el registro que duró alrededor de una hora. Todo ello entre algunos gritos e insultos de los pocos vecinos que se habían congregado en el lugar alertados por la presencia de los cuerpos de seguridad y de la prensa.

Una mañana tranquila que se vio interrumpida por la investigación de dos crímenes escalofriantes.