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Cuando los planes fallan, cuando la situación aprieta, a veces la única salida que se encuentra es volver al punto de origen. Casi 16.500 inmigrantes en Málaga están apuntados al Servicio Andaluz de Empleo, lo que supone el 36% del total de Andalucía. Una cifra que coloca a la provincia a la cabeza de la comunidad en número de extranjeros en paro. Las ONG afirman que es el colectivo más débil y el primero en sufrir las consecuencias de la crisis. Ésta es la principal causa, aunque no la única, de que el número de personas que se acogen al programa de retorno voluntario se haya multiplicado por cuatro en los últimos dos años. Si en 2006 Cruz Roja Málaga devolvió a su país de origen a 25 personas y en 2007 a 31, en 2008 se marcharon más de 60 y se aprobaron 51 partidas más que se están resolviendo en estas primeras semanas del año.
Además ha aumentado el número de consultas sobre el programa. Más de 200 personas acudieron a las oficinas de esta entidad en la provincia para solicitar información sobre el proyecto. En su mayoría los solicitantes proceden de países suramericanos como Argentina, Brasil, Guatemala, Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Uruguay y también Ucrania. De los 51 personas que tienen la resolución favorable para que el Gobierno costee su pasaje, tan sólo una persona viajará a Nigeria.
La responsable del plan en Cruz Roja Málaga, Karen Ruiz, asegura que "todos los trámites han sido resueltos favorablemente", aunque en estos momentos aún hay gente pendiente de que se resuelva su situación. Los que acuden a Cruz Roja para acogerse al retorno voluntario arrastran "historias muy diversas, hay de todo", asegura la responsable. "Personas en situación irregular y que se han quedado sin trabajo, enfermos que aquí no tienen el apoyo de la familia o es la familia la que los necesita en el país de origen", dice Ruiz. "Aparte de la situación económica, la situación social, familiar y la salud también se tiene en cuenta a la hora de decidir marcharse", añade.
Los requisitos necesarios para poder solicitar esta ayuda parten de que el interesado acredite seis meses de residencia en España, bien sea con el visado, permisos de trabajo, empadronamientos o a través de contratos de alquiler. Además, la familia en el país de origen ha de reclamarlos, "así sabemos que van a un sitio en el que tendrán las necesidades básicas cubiertas", subraya Karen Ruiz. Si abandonan el país por causas de salud tienen que aportar informes médicos y si tienen pendientes pagos de alquiler tendrán que aportar un certificado de vida laboral.
A partir de este año 2009 Cruz Roja también va a gestionar el pasaje para aquellos que tengan abono acumulado de la prestación por desempleo que gestiona el Servicio Andaluz de Empleo. El proceso tarda una media de unos tres meses en resolverse y, por el momento, tanto Cruz Roja como Accem tienen activados sus proyectos de ayuda al retorno. Eso sí, los que se van gracias a este proyecto saben que es un viaje de ida de "carácter definitivo".
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