La crisis empuja cada vez a más mujeres a donar óvulos por la gratificación
La compensación oscila entre los 600 y los 900 euros · La cifra de parejas que demanda técnicas de reproducción asistida ha bajado notoriamente este año
Joven estudiante o trabajadora que ha conocido en su entorno más cercano a personas con dificultades para concebir. Es el perfil de las mujeres que optan por ceder sus ovocitos para ofrecer a otras la posibilidad de tener un hijo. La satisfacción de contribuir a ello, sumada a la necesidad de sentirse útil, representan, en la mayoría de los casos, las razones principales para someterse a la donación de óvulos. Pero más allá del sentimiento solidario que envuelve a estas mujeres, la realidad es que la gratificación, que oscila entre los 600 y los 900 euros, se ha convertido en un reclamo para las donantes. De hecho, desde que en 1998 se permitiera el pago de una cantidad a título compensatorio por cada extracción, la tasa de voluntarias ha aumentado de forma progresiva. El jefe del servicio de Reproducción Asistida del hospital Quirón de Málaga, Enrique Pérez de la Blanca, asegura que, en su caso, ha recibido unas 100 peticiones en lo que va de año (de ellas, 50 solo en verano), lo que supone un 25% más con respecto a ejercicios anteriores. "Muchas chicas se sienten estimuladas al saber que pueden dar vida a otra mujer a cambio de recibir unos 700 u 800 euros. Intentamos que la compensación no sea la razón. Cuando captamos donantes, evitamos anunciar la recompensa. Éticamente no estaría bien", explica el experto.
La selección es muy rigurosa. Solo 60 de cada 100 solicitudes son aceptadas y finalmente acaban en donación. De aquellas mujeres que se proponen ceder sus óvulos, no todas siguen adelante: unas desisten tras ser informadas y otras no son aptas. La mayoría de las llamadas suele proceder de estudiantes universitarias y también de mujeres que ya han tenido hijos. "Este año hemos recibido más peticiones, unas mil. Buscamos chicas que no persigan intereses económicos, ya que en tal caso abandonarán el tratamiento. Al principio nos parecía mentira que la gente pudiera acudir por dinero", expresa Pérez de la Blanca, quien defiende que, para "soportar" el proceso, los fines deben ser "altruistas".
Clínica Rincón, con unas 600 donaciones de ovocitos al año, es otro de los centros sanitarios de Málaga más demandados por chicas interesadas en la extracción. "Nunca hemos llegado a tener dificultad a la hora de reclutar donantes. Cada vez son más las que vienen. La gente siempre ha donado, lo cierto es que socialmente estamos muy comprometidos", señala Francisco Martínez, responsable del laboratorio de Embriología del Instituto de Fertilidad de esta clínica.
Una percepción que también comparte el director de la unidad de Reproducción del Centro Gutenberg, Manuel Martínez, quien afirma que la tasa de donantes aumenta "de forma paulatina", aunque recalca que el año pasado la clínica solo aceptó el 10% de las 115 peticiones que gestionó. El especialista no duda en resaltar que la contraprestación económica que las clínicas aportan -en su caso, de 900 euros- no compensa "con respecto al riesgo que se corre". "Se exige una revisión diaria. El proceso es mucho más complejo que en el caso de la donación de semen", destaca.
La tasa de pacientes que se dirigen al Instituto Malavé con el objetivo de donar ovocitos resulta también elevada. Fernando Martín Cañadas, ginecólogo de la unidad de Reproducción de este centro reconoce que, si bien antes llamaban de seis a ocho personas al mes, ahora se atienden "una o dos consultas diarias como mínimo", lo que representa "un porcentaje muy alto". El incremento de jóvenes voluntarias ha sido tan significativo que este año el centro médico ha dado el visto bueno a un total de 205 solicitudes, que corresponden, por lo general, a estudiantes españolas, de unos 23 ó 24 años, y a mujeres trabajadoras que ya han sido madres, lo que aporta un "plus de garantía".
Frente al aumento del número de donaciones, la crisis, de forma paralela, continúa haciendo estragos en casi todos los sectores. La demanda de técnicas de reproducción asistida también se ha visto afectada. Desde 2008, los tratamientos de fecundación in vitro han experimentado una bajada del 50% en clínica Rincón. "Hemos notado la situación económica en pacientes locales", se lamenta el responsable de Embriología. El momento "más duro" fue en 2011, cuando se alcanzó un total de 90 ciclos, frente a los 180 que se registraban antes de que se recrudeciera la crisis. En comparación con periodos anteriores, este año, con un crecimiento del 9%, cree que la tendencia es al alza.
En el primer semestre de 2012, Gutenberg asumió unas 100 peticiones, mientras que en 2011 se realizaron entre 150 y 160 ciclos de mujeres que habían recibido óvulos donados. El director del área de Reproducción explica que, en España, el 15% de las parejas en edad reproductiva -y que mantienen relaciones frecuentes- cuenta con dificultades para conseguir un embarazo. En el ámbito regional, unas 16.000 familias acuden cada año para demandar fecundación artificial. Sin embargo, matiza el especialista, "no hay ninguna técnica que garantice al cien por cien la reproducción". Las posibilidades de éxito mediante donación de óvulo "son muy altas", concretamente del 60%, e incluye "todas las edades".
Casi en la totalidad de clínicas privadas consultadas por este periódico, las mujeres extranjeras son las que más se interesan por las técnicas de reproducción asistida. En el caso de Quirón, el 80% de aquellas que reciben óvulos a través de donaciones viene desde fuera de España. En este sentido, según han constatado expertos en la materia, Málaga se encuentra entre las ciudades que registran mayor número de parejas foráneas que reclaman este tipo de tratamientos. Una circunstancia que resulta lógica si se tiene en cuenta que, para ser donante en algunos países como Inglaterra, es necesario conocer a quien recibe el material biológico. La consecuencia inmediata de este requisito ha sido que las donaciones, según De la Blanca, se han reducido "prácticamente a cero".
También en clínica Rincón se aprecian las limitaciones legales que muchas extranjeras sufren en su país. "El 90% de las pacientes viene a España por las facilidades que aquí se les da. Tenemos algunas nacionales, pero son de Málaga y, en este caso, competimos con otros centros a nivel local", subraya. En su caso, el grueso de las demandantes lo constituyen parejas que se han conocido tarde o bien han experimentado una gestación sin éxito.
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