El cultivo indoor de marihuana satura la red: Endesa abre 30 expedientes en cuatro meses en Málaga

La compañía detecta casi dos casos por semana provocando cargas equivalentes al consumo de 80 viviendas simultaneas

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Cultivo de marihuana indoor
Cultivo de marihuana indoor / M.H

Endesa, a través de su filial de distribución eléctrica (e-distribución), ha abierto en los primeros cuatro meses del año un total de 30 expedientes en la provincia de Málaga relacionados con plantaciones de marihuana. La compañía detecta una media de casi dos casos por semana vinculados al uso fraudulento y peligroso de las redes eléctricas.

Estas instalaciones ilegales, que suelen localizarse en el interior de viviendas, provocan un consumo energético constante y desproporcionado, con cargas equivalentes a las de 80 viviendas funcionando a máxima potencia de forma simultánea. Este nivel de demanda no solo satura la red, sino que genera un grave riesgo para la seguridad de las personas y de las infraestructuras eléctricas.

El uso intensivo de energía y la manipulación de las instalaciones eléctricas para alimentar estos cultivos han causado ya importantes daños. Según los datos de Endesa, el pasado verano se registraron 24 incendios en redes de distribución en Andalucía como consecuencia directa de estas prácticas. Además, este tipo de fraude puede derivar en electrocuciones y cortes de suministro que afectan tanto a los propios infractores como a los vecinos colindantes.

Solo en Málaga, el fraude eléctrico ligado a plantaciones de marihuana ha supuesto la sustracción de 4 millones de kilovatios hora (kWh), una cifra equivalente al consumo anual de una localidad de unos 1.100 habitantes. En total, se calcula que en los cuatro primeros meses de 2025 se han defraudado cerca de 12 millones de kWh en la provincia, de los cuales un 34% están directamente vinculados a estos cultivos ilegales.

Las zonas con mayor concentración de este tipo de plantaciones alcanzan niveles de consumo eléctrico similares a los de centros industriales o sanitarios. En algunas operaciones policiales, se ha detectado que el consumo energético en estas áreas cae hasta un 90% una vez desmanteladas las instalaciones, lo que confirma el impacto que tienen en la red.

Además del impacto técnico y económico, Endesa advierte de los riesgos sociales asociados. Estas plantaciones suelen estar gestionadas por organizaciones criminales, lo que añade un componente de inseguridad para los residentes y para los técnicos de la compañía que operan en estas zonas.

Ante esta situación, e-distribución ha intensificado sus esfuerzos para prevenir y mitigar el problema. Entre las medidas adoptadas se encuentra la ampliación de la potencia instalada en los puntos más conflictivos, llegando a duplicarla o incluso cuadruplicarla, así como la incorporación de tecnologías digitales, sensores y sistemas de inteligencia artificial (IA) y Big Data para detectar patrones anómalos en el consumo y prevenir sobrecargas.

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