Las tecnologías cambian, avanzan y se transforman y si es en campo digital, este ritmo se multiplica. Mientras que, por un lado, los avances permiten seguir usando de forma confiable las nuevas tecnologías, por otro, facilitan la consecución de delitos que pueden llegar a suponer un riesgo para los ciudadanos y el correcto funcionamiento de la sociedad. Esta dualidad fue analizada por un grupo de expertos en ciberseguridad en una de las jornadas del curso de verano de la Universidad de Málaga (UMA), Ciberseguridad y cibercriminalidad: dos caras de una misma moneda, donde señalaron la ausencia de actualización, junto la falta de personal, como uno de los principales retos.

Luis Fernández, director del curso, además de formar parte de la revista española referencia en seguridad informática, Ciberseguridad, Seguridad de la Información y Privacidad, quiso comenzar la ponencia haciendo referencia al caso de la gran empresa de energía Naturgy, de la que se supo hace apenas unos días que sufrió el chantaje de unos hackers durante meses. Con ello quiso hacer ver que a día de hoy incluso las grandes empresas “siguen metiendo la pata”. Sobre las carencias de las empresas españolas, Bernardo Quintero, creador de Virus Total –que analiza achivos y detecta posibles peligros– y pieza clave en la seguridad de Google, alertó de que “España juega en segunda división en ciberseguridad” y se encuentra a la cola de Europa en cuanto al porcentaje de especialistas en teconologías de la información y comunicación.

"El problema es que estamos atacando naves espaciales con palos y flechas"

Marcos Arjona, consultor de Innovación de ElevenPaths, unidad de ciberseguridad de Telefónica,también quiso contextualizar en qué punto se encuentra la ciberseguridad en nuestro país proporcionando datos como el hecho de que el 87% de las empresas no puede hacer frente a las amenazas digitales. Como las causas de tal incapacidad señaló la desactualización y la falta del conocimiento que solo puede dar la experiencia: “Estamos atacando naves espaciales con palos y flechas” y señaló que la innovación debería ser algo natural en las empresas en la “carrera de supervivencia” que es la ciberseguridad.

La falta de presupuesto en esta materia también fue puesto sobre la mesa. Quintero recordó las palabras de Enrique Cubeiro, jefe de Operaciones del Mando Conjunto de Ciberdefensa, en las que afirmaba que “España gasta más en vallas que en ciberseguridad”, comparando el presupuesto que se le concede en España con el de otros países como Inglaterra, a los que separa una diferencia abismal. Sin embargo, los expertos apuntaron que no todo es el dinero que se le dedica. “Tenemos las herramientas y la capacidad suficiente, debemos saber aprovechar lo que tenemos y en este sentido estamos preparados”, apuntó Concepción Cordón, de la Empresa Municipal Aguas de Málaga (Emasa), que junto con Mar López, del departamento de Seguridad Nacional, señaló a España como un referente.

El uso del sentido común, la concienciación y el conocimiento fueron los consejos que los ponentes propusieron para mejorar la situación. Respecto a este último, coincidieron en asegurar que sería necesaria una mayor formación que alcance todas las necesidades del sector de la seguridad informática: “Deberíamos tener una formación en multidisciplinar en ciberseguridad, porque se necesita un conocimiento expertos y diferenciado”, declaró Cordón, a lo que López añadió que esta formación también debería extenderse a la formación profesional, ya que se necesitan personas con conocimientos técnicos y “cubrir la falta de personal”. Pero más allá de la formación, destacaron que lo más importante es la actitud de desarrollo y subrayaron a Málaga como una ciudad llena de talento donde existen todo lo necesario para convertirse en un ejemplo a seguir.