Daniela, 12 años, superó un cáncer en Málaga: "Si vas con calma, las cosas se consiguen"

Familias que han pasado por el golpe de la enfermedad dan su testimonio para animar a otras a afrontarla con esperanzas

La supervivencia frente al cáncer infantil aumenta de forma "exponencial" en Málaga y ronda el 85%

Alicia (con gafas) y Daniela, junto a sus madres, este viernes en el acto del Materno.
Alicia (con gafas) y Daniela, junto a sus madres, este viernes en el acto del Materno. / M. H.

Alicia lleva un pantalón con dibujos manga. Daniela, un chándal, como muchas otras adolescentes. Parecen hermanas, aunque no lo son. Las dos tienen esa luz en los ojos típica de su edad; una mirada que oscila entre la inocencia y la alegría. Nadie diría que las dos han superado un cáncer. Por eso, porque se han curado, ellas y sus madres dan su testimonio. Para que otras familias que ahora atraviesan el mal momento del diagnóstico o de los tratamientos, tengan confianza.

"Si vas con calma, las cosas se consiguen", reflexiona Daniela Carranza. A sus 12 años, demuestra mucha madurez por su aplomo y las palabras que dice. Cuenta que le diagnosticaron una leucemia con cuatro años. "Pero ya no la tengo", aclara en vísperas del Día Internacional contra el Cáncer. A su lado, la madre, Alejandra Aguilera, puntualiza que tiene revisiones anuales para confirmar que todo va bien. La adolescente dice que de aquella época le quedan los recuerdos de ella en una camilla, del apoyo de sus familiares y de los vídeos que le mandaban sus compañeros de colegio. "Ahora ya estoy en primero de ESO", explica.

Admite que le costó atravesar aquel proceso. "Pero tuve calma y ahora me encuentro bien. A otros niños, a otros padres, les digo que se lo tomen con calma porque así, las cosas se consiguen", afirma. No se olvida de agradecer a sus padres, a sus abuelos, a su hermano y, especialmente, a los enfermeros "por su magnífico trabajo y porque hicieron todo lo posible para que yo estuviera bien". Vivió todo aquello tratada por profesionales del Hospital Materno a los que da las gracias por su esfuerzo y arropada por mucha gente que la quiere. Entre ellos, "mis compañeros, que son los mejores".

Su madre reconoce que "la experiencia es dura". Pero a continuación añade: "Todo pasa y luego ves la parte más positiva de la vida. Agradezco la labor de médicos, enfermeros y también de los voluntarios, que se esfuerzan para que los niños vean la enfermedad como algo bonito y para que los padres lo llevemos lo mejor posible". Alejandra lanzaba su mensaje sobre todo a otros padres cuyos hijos sean diagnosticados de una patología oncológica. "A ellos les digo que todo pasa, que hay que ser positivos y aferrarte a que poco a poco van a ir a mejor", aconseja. Y añade: "A pesar del diagnóstico, los padres no nos podemos venir abajo". Ahora tanto las madres como las niñas lucen sonrisa y son un ejemplo del 85% de los pacientes oncológicos pediátricos que se curan.

Raquel Flores es la madre de Alicia Romero. A los tres meses, siendo un bebé, le detectaron un neuroblastoma. La operaron en el Hospital La Fe, en Valencia, centro de referencia en España para esas intervenciones. Luego le dieron quimioterapia en el Materno. Era y es la única hija. "Lo más duro es el diagnóstico porque no sabes cómo va a evolucionar, pero gracias a Dios salió adelante", afirma su progenitora. Cuenta que hasta cambió de profesión debido a la enfermedad de su hija. Era docente y estudió hasta graduarse de enfermera. Este viernes, estaban en el acto que el Materno organizó para que las familias se encontraran, compartieran consejos y se miraran en el espejo de estas madres y sus hijas que, como la amplísima mayoría de los niños con cáncer se curan.

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