Declaran culpable al joven que asesinó y ocultó el cadáver de su madre en una arqueta de Málaga

El imputado ha sido acusado de asesinato, profanación de cadáver y robo con violencia

El juzgado declara culpable el concurso de Aifos y señala responsabilidad sólo del que era dueño

Vista de la alcantarilla donde ha sido encontrado el cuerpo
Vista de la alcantarilla donde ha sido encontrado el cuerpo / M.H.

Un jurado popular ha declarado culpable al joven acusado de asesinar a su madre adoptiva, robarle y ocultar su cuerpo en una arqueta de Málaga, un crimen cometido en mayo de 2022 y descubierto dos meses después, cuando la Policía halló el cadáver con signos de violencia.

Tras varios días de deliberaciones, el jurado ha considerado probado por unanimidad que el acusado cometió los tres delitos que se le atribuían: asesinato, profanación de cadáver y robo con violencia. Los miembros del tribunal no han aceptado ni la eximente incompleta de alteración mental ni la atenuante de confesión tardía solicitadas por la defensa, según han confirmado a EFE fuentes judiciales.

En el mismo proceso han sido juzgadas dos mujeres acusadas de encubrimiento. El jurado también las ha declarado culpables, aunque ha reconocido en su caso la atenuante de confesión tardía.

El crimen: un robo que terminó en asesinato

El juicio con jurado comenzó el pasado 27 de octubre. El acusado, hijo adoptivo de la víctima, reconoció los hechos en su declaración y aseguró que “se le fue de las manos”, insistiendo en que “la quería mucho”. Su abogada defensora argumentó que sufría una discapacidad mental del 50 % y pidió su absolución por enfermedad mental, extremo que el jurado no ha considerado probado.

El relato del fiscal describe que el joven, de 22 años en el momento de los hechos, se alió con un menor de 17 años para asaltar la vivienda de la mujer con el objetivo de conseguir dinero. La esperaron hasta su llegada a casa el 25 de mayo de 2022, y cuando la víctima entró en el domicilio, el hijo —oculto tras un pasamontañas— y el menor la atacaron.

Según el escrito de acusación, la mujer trató de defenderse, pero ambos la golpearon y la interrogaron para obtener el pin de su tarjeta bancaria y el lugar donde guardaba dinero o joyas. La víctima les indicó que tenía 900 euros en su bolso. Después fue atada de pies y manos, amordazada y, finalmente, estrangulada con una cuerda.

El encubrimiento y el hallazgo del cuerpo

Tras el crimen, los autores escondieron el cuerpo en un congelador de la vivienda durante al menos dos días. Después, con el propósito de deshacerse del cadáver, lo trasladaron a un trastero y lo introdujeron en un baúl. Días más tarde, lo metieron en un carro de supermercado y lo arrojaron a una arqueta, donde permanecería hasta ser descubierto el 12 de julio de 2022.

El hallazgo fue posible gracias a la confesión del menor implicado, que acabó reconociendo los hechos ante las autoridades. En un proceso previo, ese joven fue condenado a ocho años de internamiento cerrado y otros ocho de libertad vigilada.

Mientras tanto, el hijo de la víctima había sostenido ante los agentes que su madre se había marchado voluntariamente el 23 de mayo y que desconocía su paradero, una versión que se demostró falsa tras la aparición del cuerpo.

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