El refuerzo del dispositivo policial en el aeropuerto de Málaga para combatir el transporte ilegal de viajeros ha comenzado a dar sus frutos. Agentes de la Policía Local de Málaga han localizado y denunciado en la mañana de este jueves a 5 taxis ilegales o piratas, cuyos conductores llevaban a cabo recogida y traslado de viajeros sin estar autorizados para ello, siendo intervenidos los cinco vehículos así como su correspondiente documentación.

De los cinco conductores sorprendidos, tres son españoles, y dos del Reino Unido, uno de los cuales, concretamente de origen irlandés, que realizaba transportes de viajeros desde Gibraltar, ha sido detenido como presunto autor de un delito de resistencia a agentes de la autoridad, llegando a intentar darse a la fuga y siendo necesario hacer uso de la fuerza para sacarlo del interior del vehículo, han informado desde la Policía Local a través de un comunicado.

El dispositivo ampliado que la Policía Local de Málaga mantiene en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol seguirá reforzándose durante todo el período estival, sobre todo en aquellos horarios de mayor afluencia de vuelos.

Con estos últimos, ya son aproximadamente 175 los transportes piratas o ilegales denunciados en los dos últimos años. En todos los casos, tras inspeccionar los vehículos, los policías locales levantaron la correspondiente acta de denuncia por ejercer la actividad de transporte de viajeros careciendo de la preceptiva licencia o autorización municipal exigida, así como un acta de inmovilización o depósito de los vehículos por transporte de viajeros sin título habilitante para ello, quedando en depósito, junto a la documentación retenida, hasta el pago de la sanción.

En concreto, se trata de 1.380,01 euros por infracción muy grave, si bien cuenta con un descuento del 30% por pronto pago en el transcurso de los 30 días siguientes, quedándose en 966 euros en tal caso.

Los taxis o transportes ilegales o piratas son vehículos particulares sin autorización alguna para el transporte de pasajeros por carretera, que, por tanto, carecen de la cobertura de seguro de responsabilidad ilimitada a la que se obliga a aquellos vehículos VT (taxis) o VTC (alquiler con conductor), lo que implica un riesgo que en muchos de casos ni tan siquiera conoce el usuario, muchos de los cuales, sobre todo de origen extranjero, creen que se tratan de transportes legales.

Además, los conductores de estos vehículos no aplican una tarifa oficial, negociando directamente el pago por el viaje, provocando con ello una intrusión y una competencia desleal con el sector legalizado.