El desove de la sardina provoca la "alarma" entre los bañistas de Rincón

La aparición de una gran mancha rojiza provocó ayer la alarma entre los bañistas que se acercaron a las playas de Rincón de la Victoria. El desove de la sardina, un fenómeno natural y habitual en esta época del año, provocó que en la superficie del mar apareciera una enorme mancha de huevas que se aproximó a la orilla desde Torre de Benagalbón hasta la Cala del Moral. Este proceso natural alertó a los muchos bañistas que estaban disfrutando de la playa, e incluso algunos creyeron que se trataba de algún tipo de vertido. El fenómeno ocasionó una gran mancha rojiza sobre el mar, creando una imagen poco habitual para los bañistas, aunque sin ningún tipo de peligro.

Las primeras llamadas a Protección Civil comenzaron a las 11:00 cuando los vecinos de los pisos más altos vieron en la lejanía "la oscuridad del agua". Una hora y media después ya estaba en el rebalaje. Tras recibir el aviso el Servicio de Emergencias 112 se puso en contacto con Protección Civil, que confirmó tras consultarlo con el patrón mayor de los pescadores que eran "huevas de sardinas". La edil de Medio Ambiente, Rita Jordá, (Psirv), quien también estuvo toda la mañana en contacto con el servicio de playas, comentó que "se trataba del desove del boquerón".

Los técnicos municipales tomaron muestras para que fueran analizadas en el laboratorio. "Al principio tuvimos cierta preocupación pero finalmente pudimos confirmar que no es tóxico, ni huele ni es malo para la piel", comentó la concejal, quien explicó que la suelta de huevos de estos peces en frecuente en esta época del año. "Hemos hecho muchas consultas y los más mayores recuerdan que este fenómeno ya ha pasado otras veces", confesó Jordá, quien dijo que en principio pensaron en algún "escape de la depuradora". La curiosa anécdota fue seguida también por la Policía Local e incluso por la Guardia Civil, según apuntó, dado el elevado número de llamadas que se registraron.

Las sardinas hembras desovan entre 50.000 y 60.000 huevos al mar para más tarde ser fecundado por los machos. Las crías o larvas pasan a formar parte del plancton hasta que poco a poco van abandonándolo. Suelen vivir entorno a los 8 años, sobresaliendo en edad y tamaño las especies que habitan aguas frías.