Un despertar de 9 millones de euros

"Ya tenéis la vida solucionada. Me ha tocado el Cuponazo. 9 millones de euros", fue lo primero que Pepe le dijo a su hija María José poco antes de las nueve de la mañana. "Pues échalos en una cesta y tráetelos para la casa", le contestó sin creer todavía que su padre era el agraciado del mayor premio que la ONCE otorga los viernes. Poco antes, una vecina le había llamado para contarle que había tocado en Canillas de Aceituno, y que le daría noticias cuando se enterase de quien era el millonario. "Entonces subí la persiana y vi a mi padre que venía hacia casa. Mi hijo me dijo, corre que el abuelo viene como loco. Había muchos vecinos y salimos todos a la calle sin todavía poder creerlo", contaba María José nerviosa y con un único pensamiento en la cabeza.

"Ahora mis hijos podrán acabar sus estudios tranquilos", repetía esta vecina que como su marido Antonio y su hermano llevan "años en paro". "No hemos tenido dinero ni para la cena de Navidad", explicaba esta mujer que agradecía la ayuda que han tenido de muchos vecinos para poder vivir. "Nos han tenido que deja dinero y nos hemos quitado el pan de la boca para que sigan estudiando mis hijos", detallaba María José que tiene un hijo de 23 años estudiando Contabilidad y Finanzas y que había tenido que abandonar la carrera de Ingeniería en el cuarto curso por no poder continuar pagándola. "Ha aprobado diez asignaturas y por dos décimas se ha quedado sin beca", recordaba la hija de Pepe, todavía nerviosa sin poder pensar en qué capricho se daría. "El dinero es para ti y para tu hermano, yo vivo con mi paga de 600 euros", le dijo su padre quien desde primera hora ya tenía en casa a banqueros y abogados.

Pepe es un hombre viudo de 81 años que todos los días juega un décimo que acabe en seis o en siete. El 94.927 fue el que le trajo la suerte. La serie 084. Ha trabajado toda su vida en el campo y durante 14 años estuvo en el extranjero para poder sacar a sus hijos adelante. Cinco de ellos los pasó en Francia y otros nueve en Suiza. "Es un premio muy merecido. Es una familia muy buena, muy trabajadora y les hacía mucha falta", repetían en todos los rincones de Canillas de Aceituno.

También Antonio Pérez se despertó con 60.000 euros en el bolsillo. Había comprado dos décimos, y a pesar de que por la noche vio el sorteo no comprobó sus números. "Estamos locos de contentos. Cuando esta mañana me han dado la enhorabuena no me lo podía creer", contaba este vecino que ha sido otro de los nueve agraciados del pueblo. Este albañil de profesión también se encuentra en paro como sus dos hijos. Tiene dos nietos y otro en camino. "No sé todavía en qué lo voy a gastar pero tengo mucho que pagar. Pisos con hipotecas que aunque no quite, algo voy a remediar", decía feliz. También por la mañana recibieron la enhorabuena Beatriz López y José Manuel Martín Aranda, dos cuñados que todos los viernes compran un décimo para compartir. "Muchas veces hemos pensado que si echásemos el dinero en una hucha ya podríamos habernos ido a pegarnos una buena comilona", contaba sonriente Beatriz que reconoce que "ahora la celebración será mayor". Hay en la familia quien ya pide un viaje a Las Vegas, y otros a Londres. Los más pequeños, acudir a un concierto de Britney Spears.

Los cupones han sido vendidos por José Antonio Abolafio, que comenzó como vendedor de la ONCE en 2009 y realiza la ruta entre Canillas de Aceituno, Salares y Sedella desde hace cuatro años, aunque cree que el premio lo ha dado en Canillas de Aceituno, informó la ONCE en un comunicado. Canillas de Aceituno es "un pueblo con casi todo el mundo en paro y muy pocos trabajando, salvo cuando hay aceituna y uva", explicó el vendedor.