Despliegue de los Tedax en Málaga: (falsa) alarma por un vehículo extranjero con un arma junto al asiento del conductor

Lo que, a priori, iba a resolverse con una denuncia por una infracción de tráfico acabó con la movilización de agentes especializados en la desactivación de artefactos explosivos (Tedax-NRBQ) de la Policía Nacional de Málaga. El aviso de que un Audi Q7, con matrícula de Ucrania, llevaba horas estacionado desde antes de las 5 de la tarde sobre la acera con una maleta sospechosa y un arma a los pies del conductor hizo ayer saltar las alarmas en la zona de la Virreina.

Ocurrió en calle Gounod. Un coche aparcado con las ventanas abiertas levantó las sospechas de un vecino. Dentro no había nadie. Cuando la primera patrulla se desplazó hasta allí localizó una pistola, depositada en la zona baja de uno de los asientos, además de una maleta que, según se pudo saber después, contenía herramientas, han confirmado a este periódico fuentes policiales.

Rápidamente se coordinaron efectivos de la Policía Nacional y de la Local para acordonar la calle alrededor del coche sospechoso. Y acudieron los guías caninos, esos héroes sin uniforme pero con cuatro patas y un olfato excepcional, para la posible detección de sustancias estupefacientes ocultas. Hacia las 20:30, los Tedax intervinieron con idea de detonar el maletero. No fue necesario. Al abrirlo no encontraron ninguna anomalía y descartaron que en el vehículo hubiera material explosivo. Todo quedó en un susto.

El Audi fue, igualmente, retirado por una grúa para que la Policía Científica practicara un análisis más exhaustivo. Los investigadores continuarán con las indagaciones pertinentes para esclarecer los hechos y localizar al responsable del arma.

El año pasado también se desplegó un amplio dispositivo de seguridad, en ese caso en la calle Compositor Lehmberg, tras recibirse una alerta por un posible coche-bomba. La voz de alarma se dio alrededor de las 14:00 horas, cuando una llamada alertó sobre un vehículo que presentaba una caja sospechosa adherida a sus bajos.

Policías nacionales y locales acordonaron la zona y solicitaron la intervención de los expertos policiales en la desactivación de explosivos. Hasta el lugar se desplazó una unidad con un robot teledirigido que inspeccionó cuidadosamente el objeto sospechoso y logró retirarlo utilizando una herramienta mecánica. Tras su análisis, se confirmó que el artefacto no representaba ningún peligro, tratándose finalmente de un objeto adherido de forma accidental al vehículo. Tras activarse el protocolo de actuación, que se desarrolló con total normalidad y sin incidentes, resultó ser, también, una falsa alarma.