Desvían el vuelo de Ryanair Málaga-Dusseldorf por la actitud inapropiada de un pasajero

El vuelo de Ryanair, aerolínea líder en pasajeros en el aeropuerto de Málaga, que ayer partía desde el aeropuerto de Málaga con destino a Dusseldorf tuvo que ser desviado hacia el aeropuerto de Santander debido a la conducta inapropiada que mantenía un pasajero. Según han informado desde la compañía, el comportamiento del hombre no fue el más oportuno durante el vuelo, aunque han rehusado dar más detalles sobre lo ocurrido.

El avión aterrizó con normalidad y la Policía detuvo al supuesto autor antes de que el vuelo volviera a despegar hacia Dusseldorf Weeze. "En ningún momento toleraremos comportamientos inadecuados o conflictivos, y la seguridad y comodidad de nuestros pasajeros, tripulación y avión son nuestra máxima prioridad. Ahora, este asunto está en manos de la policía local”, han indicado desde Ryanair.

Multas de hasta 5.000 euros

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) recuerda en su página web a todos los pasajeros que los comportamientos inapropiados durante los vuelos pueden acarrear multas de hasta 5.000 euros y en el caso de que la gravedad de los mismos suponga la desviación del vuelo el coste de la misma lo tendrá que asumir el pasajero.

El número de sucesos por pasajeros conflictivos notificados en los aeropuertos españoles ha sido de 441 en 2016 y 538 en 2017. En ese sentido, el año pasado, la AESA ha sancionado a 326 personas, por un importe total de 221.325 euros. Por nacionalidades, Reino Unido es el país con mayor número de pasajeros sancionados, 196, seguido de España con 53, Alemania con 19, Irlanda con 15, Francia con 11, Polonia con 9, Bélgica y Rumanía con 3, Países Bajos, Suecia y Suiza con 2 y Finlandia, Grecia, Noruega y Rusia con 1.

El comportamiento disruptivo, inadecuado o conflictivo de los pasajeros puede provocar el desvío de una aeronave, por ello, ese comportamiento durante el vuelo puede afectar la seguridad, tanto del que lo ejerce, como la de los demás pasajeros.

La agencia está colaborando con las autoridades de otros países, y en concreto participa en el grupo de trabajo sobre “pasajeros disruptivos” de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), para identificar y desarrollar nuevas estrategias que puedan minimizar la frecuencia de estas ocurrencias.