Los seis detenidos por el tiroteo de La Palma-Palmilla, en Málaga capital, en el que murió un hombre de 74 años al alcanzarle una bala perdida, serán puestos este sábado a disposición judicial.

Así lo han informado este viernes fuentes de la Policía Nacional, que han precisado que se ha procedido a realizar una nueva detención, por lo que en estos momentos son siete las personas arrestadas por su supuesta implicación en esta disputa entre clanes, que se produjo poco antes de las 22.00 del miércoles en la calle Ebro de dicha barriada malagueña.

La víctima era un vecino que se encontraba en su vivienda, ubicada en la décima planta de un edificio, y que murió tras recibir accidentalmente un impacto de bala. Era padre de un policía local de Alhaurín el Grande y también de un guardia civil de Antequera.

La investigación apunta a que el hombre se había asomado a la ventana de su casa al escuchar los disparos, y que fue en ese momento cuando, al parecer, uno de ellos le alcanzó ocasionándole la muerte.

La Comisaría provincial mantiene desde entonces un amplio dispositivo en la zona y el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional trabaja para esclarecer lo sucedido. En un primer registro, los investigadores hallaron munición que correspondería a un fusil de asalto, un AK47.

Este mismo viernes, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha emitido un comunicado en el que pide refuerzos para hacer frente a una situación que han calificado de "guerra abierta entre bandas". Por ello, solicitan al Gobierno que envíe a Málaga un refuerzo de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS)

Además, el colectivo señala que "ya había avisado" en varias ocasiones en los últimos meses de que el "incremento de la violencia entre bandas de narcotraficantes" en la provincia, con "frecuentes" tiroteos en distintas localidades, "iba a traer consecuencias fatales con víctimas colaterales".