Un día para ser malagueños y remar en la misma dirección

La novena edición de los premios Malagueños de hoy se revistió de ocasión especial. Al contrario que en anteriores citas, el encuentro, celebrado el pasado día 13 en el Auditorio del Museo Picasso Málaga, decidió abrirse a la ciudadanía e invitar a numerosos representantes de la vida social, política, cultural y económica de la provincia a que asistieran, participaran e intercambiaran impresiones al abrigo de los cinco galardonados. El acto, en el que el director de Málaga Hoy, Antonio Méndez, ofició de maestro de ceremonias, tuvo así mucho de gala, de celebración (porque mucho había, ciertamente, que celebrar en torno a los cinco ejemplos de éxito que representan lo mejor de cuanto la sociedad malagueña es capaz de dar de sí) y de ocasión festiva; pero también de foro, de debate y de hervidero de ideas para recibir el 2014 con buen ánimo. No faltaron sorpresas, risas, emociones ni órdagos al porvenir de esta tierra.

Entre los asistentes se encontraban el consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, que entregó el reconocimiento a Bernard Ruiz-Picasso; el consejero de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez, que entregó el suyo a Rafael Domínguez de Gor; el presidente de la Diputación provincial, Elías Bendodo, que hizo lo propio al conde Rudi; el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, que entregó el premio a Rubén Ruzafa; y el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara, que formalizó la entrega a Marisa Martín, de Cudeca (y quien, invitado por Antonio Méndez, manifestó al respetable sus impresiones ante su previsible y próximo nombramiento como presidente de la CEA). Tampoco faltaron el concejal malagueño de Cultura, Turismo y Deporte, Damián Caneda; el director del Museo Picasso, José Lebrero; el director de la Fundación Picasso Casa Natal, José María Luna; la delegada provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Patricia Alba; además de otros muchos políticos, empresarios, artistas y personalidades.

El encuentro contó además con dos actuaciones representativas de la cultura malagueña en dos órdenes muy distintos. La soprano Irene Garrido, que luchó al comienzo de este curso por su derecho a estudiar de forma simultánea en el Conservatorio Superior de Málaga Canto y Piano, ofreció un breve pero emocionante recital en el que dio buena cuenta de su calidad como intérprete. Garrido tuvo oportunidad de conversar en el mismo escenario con Luciano Alonso (quien le avisó en su momento del cambio de normativa que su empeño había hecho posible a través de Facebook) y remató su intervención con un emocionante alegato con el que reivindicó la adscripción universitaria de los estudios superiores de Música, Danza y Arte Dramático.

Lo que nadie esperaba es que el acto estaba destinado a terminar a ritmo de break-dance. Pero así fue: el trío malagueño Malaganzters, que en este 2013 que toca a su fin se impuso en el Campeonato de Andalucía en su disciplina, dejó al público congregado con la boca abierta con sus acrobacias. Su baile contribuyó a rematar la velada con sabor urbano, pero también a constatar que el genio malagueño es capaz de conquistar todas las áreas. Tanto Irene Garrido como Malaganzters fueron en su día portada de Málaga Hoy. Y tocaba celebrarlo.

Un posterior brindis en El Pimpi puso el punto y final. Pero, en realidad, era sólo el principio.