El disco

Apoco que se fijen en el casco de un barco, además del nombre del buque, el puerto donde está registrado y, en algunos casos, el nombre de la compañía a la que pertenece, también se pueden apreciar una serie de signos y cifras muy particulares.

Y aunque todas estas señas tienen una muy concreta significación, quizás, la más importante de todas estas marcas sea la que delimita lo que se denomina el francobordo. Esta marca situada en el centro de la eslora del navío, que aparece representada por un círculo cortado horizontalmente por una línea y que se acompaña por una especie de peine vertical con varias líneas paralelas y diversas iniciales, indica los límites del calado del buque. O lo que es lo mismo, la línea imaginaria que delimita la parte del casco barco que puede ir, o no, bajo el agua. Así pues, y teniendo en cuenta la importancia de lo que indica el disco Plimsoll -así es como se llama técnicamente este círculo-, les diré que en cualquier tipo de barco, cada vez que va a hacerse a la mar, se controla muy exhaustivamente esta marca. Una indicación que garantiza la reserva de flotabilidad, estabilidad y una cierta seguridad frente a una inundación parcial del buque.

Y aunque el control de este disco es de una importancia vital, la seguridad del barco va en ello, en algunos casos y siempre en función de aumentar la carga por encima de los límites permitidos, el disco va por debajo el agua.

Aquí en Málaga, un ejemplo de esto lo pudimos ver en abril de 2002, cuando el buque Edoil, de bandera de Tonga, cargaba en el muelle número siete 900 toneladas de aceite con destino al puerto italiano de Civitavecchia. Una carga que lo hizo salir a la mar con el disco bajo el agua.