La discoteca junto a la que se produjo el botellazo a un joven de 23 años y el posterior atropello, al parecer intencionado, que acabó con su vida y dejó heridos a dos de sus amigos que se encontraban auxiliándolo ha difundido este martes un comunicado en sus redes sociales informando de que el viernes cerrará "en señal de luto".

"Con mucho dolor y pesar lamentamos el fallecimiento de nuestro cliente y amigo J.C.F  producto de un atropello presuntamente intencionado la madrugada del pasado domingo 15 de mayo", se puede leer en la primera parte del escrito. A continuación, dan el pésame "a todos los familiares y amigos".

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Además, desean una "rápida recuperación" a los hospitalizados y mandan "ánimo" a sus familiares. Un cariño que, tal y como ha asegurado uno de los supervivientes a este periódico, están recibiendo.

Adrián, superviviente del atropello y amigo de la víctima mortal que deja este suceso, ha destacado a este periódico que todos los amigos del grupo tenían "muy buena relación con los trabajadores del local". Ha contado que los porteros y el jefe de seguridad han ido a visitarlo al hospital. "Están apoyándome mucho y dándome la razón, que es un hecho totalmente injustificado y se tiene que hacer justicia".

Una postura que también comparten en el comunicado: "Esperemos que todo el peso de la ley caiga sobre los culpables de estos sucesos". Con este deseo, indican que han puesto a disposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado la información que captaron sus cámaras de seguridad "para la identificación de los presuntos culpables".

Muchos establecimientos y vecinos de la zona contaban a este diario la "cantidad de peleas" que se producían todos los fines de semana en esta discoteca. Algunos aseguraban que les daba miedo pasar por la puerta y pedían que se incrementara la seguridad en la zona o, incluso, el cierre de la misma.

Preguntado por el ambiente del local, Adrián ha asegurado que nunca han tenido ningún problema en este lugar anteriormente y apunta que "la discoteca no tiene culpa de nada". Además, manifiesta que con este suceso no quiere que "se arruine el negocio".