Málaga

El diseño del parque de Repsol choca con la oposición

  • Critican el exceso de cemento y la ubicación de la gasolinera Pomares negocia el traslado de la instalación y dice que podría sumarse esa superficie a la zona verde

El camino que habrá de recorrerse antes de ver hecho realidad el parque de 70.000 metros cuadrados proyectado por el equipo de gobierno del PP en parte de los antiguos suelos de Repsol se antoja aún largo. Frente a los buenos augurios expresados en la tarde-noche del miércoles por los representantes del Ejecutivo local ante vecinos de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, el rechazo de los grupos de la oposición al diseño puesto sobre la mesa puede condicionar y mucho el avance de la iniciativa.

Tanto es así que todas las formaciones que integran la oposición en el Salón de Plenos abogan de manera clara por una modificación sustancial de los elementos que integran el primer diseño de la zona verde. Unos, como Ciudadanos, clave en que el asunto siga adelante sin sobresaltos, por discrepar de un modelo en el que sigue habiendo "mucho cemento", llegando incluso a insistir en la vía de trasladar las torres contempladas en el lateral sur de la antigua pastilla de Repsol a la localizada más al norte, logrando de este modo una extensión de la zona verde. Otros, más categóricos, como el PSOE, que se mantiene firme en su idea de que el parque ha de ocupar los 177.000 metros cuadrados de la parcela, provocando la anulación de los edificios en altura.

Ante estas tesis, la posición del concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, es la de abrir a discusión la propuesta de intervención. "Que se plantee hacer el mayor parque posible es coherente desde oposición; eso es lo que vamos a intentar y vamos a ver", expuso el edil del PP, que subrayó la insistencia de los vecinos del entorno en que "no haya un solo día de retraso más". "Analizaremos el proyecto de urbanización y veremos las posibilidades que hay", apostilló.

En esta maniobra resulta clave la parcela actualmente destinada a una gasolinera para Repsol, con una superficie de unos 3.600 metros cuadrados. Ninguno de los grupos de la oposición está conforme a este emplazamiento, apunte que parece ser compartido por el propio equipo de gobierno. Es por ello que, según confirmó Pomares, hay abiertas negociaciones con la empresa petrolífera en el intento de reubicar esta instalación, lo que permitiría sumar ese espacio a la propuesta de parque.

El concejal subraya el compromiso del copropietario de los suelos, el bautizado como banco malo (Sareb) a invertir unos 8 millones de euros en la ejecución de la zona verde. Incluso, cree factible arrancar los trabajos dentro del presente año, con un plazo de terminación de año y medio. Sin embargo, para que la hoja de ruta trazada se cumpla ha de contar con el apoyo de al menos Ciudadanos, cuyos votos serán cruciales para que el proyecto de urbanización sea definitivamente aprobado por el Consejo de Urbanismo, donde el PP tiene minoría.

A la espera de avanzar en esa senda, las reacciones no se hicieron esperar. "No nos gusta el proyecto que hemos visto", dijo categórico Alejandro Carballo, de Ciudadanos, quien cuestionó abiertamente "el modelo de parque por el que se apuesta en Málaga, que es el del cemento y pocas sombras". Según dijo, el acuerdo va en la línea de analizar y estudiar la mayor ampliación del parque siempre que sea posible desde el punto de vista económico y jurídico. Algo que, eso sí, no pasa por la anulación de las torres ni por hacerse con los aprovechamientos ahora en manos del bautizado como banco malo, la Sareb.

Para el representante del partido naranja, el emplazamiento reservado a la gasolinera resulta "un despropósito", por lo que subrayó la necesidad de "sacarlo de allí". Carballo, que rechazó la petición del PSOE de eliminar las torres del sector, sí abundó en la posibilidad de que se estudie "si jurídicamente es viable destinar el uso residencial al norte del bulevar, donde ahora se propone el equipamiento". Asimismo, apuntó la opción de analizar una rebaja en la cifra de viviendas contemplado, que alcanza las 1.300.

En el PSOE defiende la solución sin torres. Su portavoz en la Casona del Parque, María Gámez, reprochó ayer a los ediles de Ciudadanos que hayan pasado de ser "los amantes de los parques y las ardillas" a respaldar el desarrollo de edificios de hasta 34 plantas. "Este proyecto no es lo que quiere la ciudad ni los malagueños", dijo, al tiempo que reivindicó que los 177.0000 metros del sector sean destinados a zona verde. El concejal socialista Daniel Pérez consideró que la propuesta actual apenas sería "un jardín para los rascacielos". Los socialistas llevarán al próximo Pleno una moción instando al Ayuntamiento a respetar la reivindicación ciudadana, que recoge ya casi 17.000 firmas de apoyo. Asimismo, anunció que se dirigirá al banco malo para trasladar esta misma demanda y frenar el desarrollo residencial previsto en la zona. Para Gámez, con la construcción de un gran parque urbano en estos dos distritos de Málaga, "se estaría haciendo justicia" con una de las zonas más masificadas. "Apostar por un gran parque sería apostar por una ciudad más respetuosa con el medio ambiente y más saludable para sus vecinos", concluyó.

Por parte de Málaga Ahora, criticó el poco espacio real que se destina a parque. "Cuando le quitas la parque de mercadillo, con acceso rodado; la gasolinera, lo de los perros, como parque de disfrute queda poco; deja de ser un gran parque", dijo, recordando que eso choca con la demanda vecinal de la zona, que viene reclamando "algo especial". "Necesitamos más y creemos que los vecinos también demandan más", apostilló.

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