La edad media del profesorado de la Universidad de Málaga supera los 50 años

Medicina y Económicas lideran los problemas de envejecimiento

Dentro de un lustro se jubilará más del 50% de la plantilla de la UMA

Docentes de la UMA en el acto de apertura del curso académico el pasado septiembre.
Docentes de la UMA en el acto de apertura del curso académico el pasado septiembre. / Javier Albiñana

No es un problema exclusivo de la Universidad de Málaga. El envejecimiento del personal docente e investigador se ha generalizado en todas las instituciones académicas superiores españolas. También en países como Francia. “Dentro de cinco años se va a jubilar más del 50% de la plantilla de la UMA”, comentó el rector José Ángel Narváez, en una entrevista reciente. Y es que la edad media del profesorado supera los 50 años. En la categoría de catedrático de escuela universitaria es 57,05 y en la de catedrático de universidad, 56,8 años.

Sin embargo, el dato más preocupante de todos es que la media del profesor ayudante esté en los 44 años, como destaca la vicerrectora de PDI, Yolanda García Calvente. “Es la vía de entrada a la docencia y es para preocuparse que estén en esos rangos de edad”, indica. Para muchos, la crisis y la falta de convocatorias de plazas dejó sus carreras bloqueadas en la UMA. Algunos se marcharon a la empresa privada o a otras instituciones académicas y han regresado cuando se ha reactivado la financiación de la investigación.

“Hay unas cuantas facultades con un problema muy serio de envejecimiento”, apunta la vicerrectora del PDI. Y la primera de ellas es Medicina. “Nos estamos quedando sin profesores vinculados, que es la figura que se comparte entre la Universidad de Málaga y el Servicio Andaluz de Salud”, agrega García Calvente.

Y subraya que “los alumnos de Medicina tienen una salida laboral más clara que en muchas otras titulaciones, así que los jóvenes tienen que tener una motivación bastante grande para quedarse en la UMA”. También afecta que en 2016 cambió el sistema de acreditación del profesorado en España, algo que perjudica especialmente a las Ciencias de la Salud.

Para intentar solucionar esto se empezó a trabajar con el anterior Gobierno de la Junta de Andalucía en el programa María Castellano, que aún está a la espera de su puesta en funcionamiento. “Consiste en un convenio firmado entre todas las universidades andaluzas con la Consejería de Salud para intentar que personas jóvenes se queden en las universidades, marcarles un camino que les garantice que van a poder conseguir los méritos necesarios para acreditarse y luego poder optar a una plaza”, señala la vicerrectora.

Edad media por grupo profesional

Profesor Asociado: 49 años

Hombre: 50,05

Mujer: 47,89

Ayudante universitario: 44,07 años

Hombre: 43,28

Mujer: 44,67

Catedrático de escuela universitaria: 57,05 años

Hombre: 57,82

Mujer: 56,11

Catedrático de universidad: 56,81 años

Hombre: 56,43

Mujer: 57,25

Colaborador: 52 años

Hombre: 52,67

Mujer: 51,54

Contratado: 47,75 años

Hombre: 48,11

Mujer: 47,39

Titular de escuela universitaria: 56,32 años

Hombre: 57,10

Mujer: 55,35

Titular de universidad: 51,99 años

Hombre: 51,95

Mujer: 52,03

Total general: 50,28 años

“El profesorado está garantizado ahora mismo, el problema es que se necesita relevo generacional, que vayan llegando a las titularidades y cátedras”, agrega García Calvente. La facultad de Económicas tiene un problema similar.

“En las ciencias sociales y jurídicas se investiga y se piden proyectos pero cuando lo conceden difícilmente incluyen partidas para contrataciones, así que o tienen mucha vocación y consiguen una beca por tener un expediente altísimo o es muy difícil que los jóvenes se queden en la universidad”, indica la vicerrectora. A Derecho y a Filosofía y Letras les pasa lo mismo y su población docente está bastante envejecida.

Sin embargo, el panorama es distinto en Ciencias y las ingenierías, que suelen conseguir cantidades mayores y con partidas para la contratación de personal. “Así se van formando nuevos profesores e investigadores”, comenta.

Y destaca que el pasado 25 octubre se aprobó en Consejo de Gobierno un plan para poder contratar a profesores doctores o titulares en áreas en las que no hay contratos de investigación. Iniciar la carrera docente con 44 años les hace muy complicado que puedan tener una trayectoria que les permita llegar a ser catedráticos.

La media de edad del profesor asociado está en 49 años, la del colaborador en 52 y del contratado en 47. El titular de escuela universitaria está en torno a los 56 años y el titular de universidad en 52.

Los catedráticos pueden seguir como eméritos hasta los 73

Los profesores universitarios se jubilan, mayoritariamente, a los 70 años. “Puedes hacerlo con 65 años pero normalmente el profesorado se jubila a los 70”, explica la vicerrectora de personal docente e investigador, Yolanda García Calvente. Después de esa edad aún hay quien desea continuar en el aula. “Si es catedrático, tiene un número concreto de sexenios, como mínimo cinco y un nivel de investigación muy alto, el departamento aprueba la solicitud de nombramiento como profesor emérito”, explica García Calvente. Esta solicitud pasa al vicerrectorado de PDI que la traslada a la DEVA, que es la agencia de evaluación de las universidades andaluzas y se lleva al Consejo de Gobierno, que es quien nombra al profesor emérito. “El profesor emérito está dos años y se puede prorrogar un año más, así que como máximo hasta los 73 años. Ya ahí tienen que dejar la universidad”, indica la vicerrectora. La vinculación que suelen tener con su equipo pasa a un nivel más personal que académico. Pero también pueden entrar a formar parte de los proyectos de investigación que concede el Ministerio. “Nos interesa mucho que ese talento no se pierda, se quedan porque quieren seguir activos y formando”, indica la vicerrectora.

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