Empeora la calidad del aire en el aeropuerto de Málaga y sus alrededores
Ecologistas en Acción asegura que se superaron los límites de ozono troposférico, un contaminante, una media de 50 días al año en 2024, lo que supone doblar el dato
Otro verano en la Costa del Sol con atascos diarios para ir al aeropuerto de Málaga
La buena noticia, resumiendo mucho, es que la calidad del aire mejoró algo en ciertas zonas de Málaga en 2024. La mala, haciendo el mismo ejercicio de síntesis, es que uno de los principales puntos negros de la ciudad en este sentido, el aeropuerto de Málaga, registró más contaminación opacando esa mejora e irradiando sus efectos a áreas próximas. El análisis que lleva a sacar estas conclusiones lo realiza Ecologistas en Acción con datos del propio aeródromo que, cabe recordar, firmó el pasado año los mejores números de su historia: casi 25 millones de viajeros y cerca de 150.000 vuelos.
El estudio de la asociación conservacionista, que expone el caso de ocho aeropuertos españoles y un diagnóstico general de todo el país, alude al incremento de los niveles de ozono troposférico en el aeródromo malagueño (y sus inmediaciones, que también se miden) con un aumento del 100% de los días en los que la calidad del aire fue mala. Esto se repitió durante una media de 50 días al año, en los que se superaron los valores máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día durante más de ocho horas.
En el aeropuerto de Madrid, primero de la red Aena por número de operaciones, por contextualizar, el promedio fue de 114 días; en el de Alicante, de 58; y en Barcelona, segundo aeropuerto de la red, sólo 40. Además, indica el documento, todas las estaciones situadas en los cuatro aeródromos superaron "muy holgadamente" la guía estival de la OMS, que utiliza valores más altos, "mostrando la persistencia de esta contaminación entre abril y septiembre". Las estaciones de los aeropuertos de Barcelona y Málaga también registraron en 2024 diversas superaciones del objetivo a largo plazo.
El contaminante al que se alude, el ozono troposférico, está muy vinculado con el calor y la radiación del sol. No se emite como tal, a diferencia, por ejemplo, del dióxido de carbono que generan los coches de combustión. Además, para que se forme es precisa una reacción química entre varios contaminantes y calor, por lo que es más acusado en verano. Precisamente, el informe alude a lo tórrido de los meses centrales del año para explicar esta subida, en especial "durante las tres olas de calor encadenadas en julio y agosto".
Y alerta de que la contaminación generada en los aeropuertos y el transporte aéreo asociado acaba incidiendo "negativamente en las áreas suburbanas y rurales próximas". Su efecto más evidente sobre la salud humana, en altas concentraciones, es la irritación respiratoria; mientras que en las plantas, aunque depende de la especie, lo más usual es que afecte a su crecimiento y la productividad, sobre todo en plantaciones como la patata, el tomate o los cítricos, cuya productividad puede descender "hasta un 40%".
Igualmente, las "elevadas emisiones" de óxido de nitrógeno (NOx)asociadas a la operativa aeroportuaria, "podrían estar induciendo junto a las procedentes de Málaga" en las "concentraciones insalubres de ozono" detectadas en la Costa del Sol. Algo que se repite en Madrid, Barcelona y Palma. También ascendió en el aeropuerto de Málaga la concentración media de las partículas PM10 y/o PM2 respecto a 2019, incluso a pesar de la menor frecuencia de episodios de polvo africano (su origen puede ser desde emisiones de vehículos y fábricas a polvo, restos de incendios, polen...). Quedan por valorar los niveles de NO2 (por la quema de combustibles fósiles), que se redujeron un 11%, pero menos que en los dos grandes aeropuertos españoles: Madrid (-38%) y Barcelona (-31%).
El presente estudio se basa en datos de la administración estatal, autonómicas, locales, aeroportuarias y portuarias a partir de sus redes de medición de contaminación, con especial hincapié en la realidad de aeropuertos y puertos. Sin embargo, también se alude a otras áreas. En el caso malagueño, se habla de que el medidor situado en la avenida Juan XXIII de Málaga capital marcó valores por encima de los nuevos estándares, que el de Campillos superó el umbral legal 26 días y que en la zona industrial bajó un 72% en comparación con lo sucedido entre los años 2012 y 2019. Aunque esta última, y también el área metropolitana, siguen siendo uno de los "nueve focos principales" de contaminación de toda Andalucía.
Sea como sea, no caben muchas alegrías en lo que a emisiones de vehículos se refiere, acorde a lo expuesto en otro informe de Ecologistas hecho público en enero, y en el que se indica que Málaga está entre las ciudades más contaminadas por este motivo de toda España, como muestran las altas concentraciones de óxido de nitrógeno registradas, por encima de los nuevos límites europeos.
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